Ante la apabullante mayoría de Morena en todos los frentes políticos, el Partido Acción Nacional (PAN) ha decidido dar un golpe de timón: anunciará su relanzamiento este 18 de octubre en el Frontón México, con una promesa clara: “renovarse o morir”.
De haber gobernado México durante dos sexenios consecutivos, el blanquiazul apenas conserva cuatro gubernaturas, 71 diputados federales y 21 senadores. Esta caída ha encendido las alarmas internas, empujando a una reestructuración profunda.
Según Jorge Triana, vocero del CEN, el PAN se había desdibujado no solo por sus alianzas incómodas con el PRI, sino también por haber perdido conexión con la ciudadanía y especialmente con el segmento joven.
El proceso de renovación incluirá reformas estatutarias para facilitar la afiliación, abrir la puerta a candidaturas ciudadanas y replantear la estrategia electoral desde la base: barrios, colonias y comunidades.
“Estamos obligados a hacerlo luego de los malos resultados electorales. Hemos perdido presencia y cercanía con la gente”, reconoció Triana.
Por su parte, Adriana Dávila, militante y exaspirante a la dirigencia del PAN, subrayó que la transformación debe ir más allá del discurso: “No se trata de cambiar el logo, sino de cambiar la conducta política”.
Aunque la idea de modificar el emblema o nombre del PAN podría discutirse más adelante, el enfoque inmediato será la reorganización nacional y la recuperación de la confianza ciudadana.
El relanzamiento del PAN marcará un antes y un después para el partido que busca resurgir tras años de retrocesos y redefinir su papel frente al dominio de Morena en el escenario político mexicano.