El Senado de México aprobó con 68 votos a favor y 32 en contra la nueva Ley Orgánica de la Armada, que incluye a la Guardia Nacional.
Con esta legislación, la Armada de México puede ejercer sus atribuciones junto con el Ejército y la Fuerza Aérea, fortaleciendo la coordinación en seguridad nacional y marítima.
La senadora del PAN, Gina Campuzano, criticó la ley: “Busca domesticar a la Armada, convertirla en fuerza al servicio del partido en el poder y no de la nación”.
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El presidente de la Comisión de Marina del Senado, Carlos Lomelí, defendió la ley, asegurando que la Armada protegerá vidas humanas, la paz social y los derechos humanos, sin militarizar al país.
La senadora de Movimiento Ciudadano, Alejandra Barrales, expresó que el voto en contra se debe al contexto del huachicol fiscal, que afecta la disciplina y la imagen de la Marina Armada de México.
El coordinador del PRI, Manuel Añorve, advirtió que la ley “contamina a la Marina con control político, replicando la imposición observada en otros órganos autónomos del país”.
La ley agrega a los objetivos de la Armada la protección de los intereses marítimos, comercio marítimo, turismo náutico, ciberseguridad y la implementación de inteligencia artificial en operaciones militares.
Se crea la Jefatura de Operaciones Navales, se modifica la clasificación de unidades y se fortalece el Consejo de Almirantazgo, aumentando su representatividad y capacidad de asesoría en decisiones estratégicas.