Durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, México operó sin trazabilidad alguna en la importación de combustibles, reveló este jueves la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo. La mandataria informó que su administración está construyendo una base de datos consolidada, hasta ahora inexistente, que permitirá conocer el recorrido de cada litro de gasolina importada y cerrar el paso al contrabando energético.
“Lo que no había es esta trazabilidad… que sepamos de la gota de gasolina que se importó ayer, en dónde se vendió, quién la transportó y dónde se almacenó”, enfatizó Sheinbaum, al explicar que no existía una sola base nacional para este control, ni disposición legal que lo exigiera.
El nuevo sistema, impulsado por la presidenta, permitirá conocer en tiempo real la ruta del combustible, desde su entrada al país hasta la estación de servicio. De esta forma, se podrá detectar si “se vende más de lo que se produce”, lo que —según Sheinbaum— evidenciaría la presencia de combustible de contrabando.
La mandataria adelantó que la base de datos interinstitucional estará lista en octubre, desarrollada por un grupo de trabajo integrado por Energía, Hacienda, Pemex, Aduanas, Profeco, la FGR y la Agencia de Transformación Digital.
Por su parte, el fiscal Alejandro Gertz Manero confirmó que, desde marzo, existe un grupo de coordinación permanente entre la Marina, el Ejército y Pemex, derivado del caso del buque Procyon, y aseguró que no se ha detectado un solo caso adicional de contrabando desde entonces.
El proyecto de trazabilidad de combustibles incluirá códigos QR en las cadenas de suministro, como parte del plan anunciado por Sheinbaum en septiembre tras los reportes de robos en la Refinería de Dos Bocas.
Con ello, el Gobierno Federal busca dar un paso histórico en transparencia energética y combate al “huachicol fiscal”, práctica que, según especialistas, ha costado miles de millones de pesos al erario nacional.