Si bien el salario mínimo en México aumentó un 130 por ciento de 2018 a 2025, persiste la inestabilidad y la vulnerabilidad de los trabajadores, debido a la falta de seguridad, certidumbre y protección social, confirmó el Observatorio de Salarios de la Universidad Iberoamericana Puebla (Ibero).
Durante la presentación del “Informe 2025: Precariedad Laboral en México”, se dio a conocer que dicho concepto explica la imposibilidad de satisfacer necesidades básicas con los bajos ingresos que reciben las personas empleadas.
Miguel Calderón Chelius, coordinador del Observatorio de Salarios, destacó que para atacar esta problemática económica y social, se debe garantizar que los sueldos sean suficientes para cubrir alimentación, vivienda, vestido y recreación, entre otros aspectos vitales.
https://whatsapp.com/channel/0029VaE1iV22975FVy9QXt3J
Mencionó que desde los años sesenta, cuando se incorporaron nuevas dinámicas laborales y más mujeres salieron a trabajar, el trabajador sigue sometido a una dinámica de “autoexplotación”.
“Estoy seguro que muchos de los que estamos aquí, después de esto, iremos a hacer otro trabajo (…) Ahora estamos intensificando nuestra explotación, nos auto explotamos con tal de que nos alcance para cubrir nuestras necesidades básicas y eso no está bien y tiene que ver con la precariedad de los salarios y la falta de prestaciones laborales”, aseguró Calderón Chelius.
Aunque el país ha experimentado mejoras en el salario mínimo, con un incremento acumulado de 127.4% en siete años, el pago mensual de ocho mil 364 pesos que recibe un trabajador poblano (a razón de 278.80 pesos diarios) se encuentra en un 17.3 por ciento por debajo del ingreso necesario para cubrir todas las necesidades básicas de una familia de cuatro integrantes, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Además, los datos en el informe confirman que los vacíos en la administración empresarial pesan en la fuerza laboral mexicana, pues aunque se reconoce que “el trabajo debería ser un medio para el desarrollo humano, las condiciones de explotación y desprotección persisten y esto se convierte en un obstáculo”.
Entre sus principales recomendaciones, los integrantes del Observatorio de Salarios de la Ibero Puebla proponen la consolidación de la reforma a la semana laboral de 40 horas, así como la regularización del trabajo informal, mantener la recuperación del salario mínimo, impulsar la mejora de los sueldos promedio y fortalecer los mecanismos de protección social, particularmente en los sistemas de salud y jubilación.

