Donald Trump proclamó un “amanecer histórico” en el Medio Oriente tras firmar una declaración de paz con los líderes de Egipto, Catar y Turquía.
El presidente estadounidense aseguró que “se terminó la larga y dolorosa pesadilla”, al dirigirse al Parlamento israelí, antes de volar a Sharm el Sheij para copresidir la cumbre con Abdel Fattah al Sisi.
Trump llamó a los palestinos a abandonar la vía del terrorismo y presentó la tregua como un “triunfo increíble”, mientras que el futuro de Gaza permanece incierto.
En Egipto, la reunión reunió a más de veinte líderes mundiales, incluidos los de Arabia Saudita, España, Francia e Italia, y anunció compromisos económicos para la reconstrucción de Gaza.
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El gobierno de Israel, liderado por Benjamin Netanyahu, enfatiza que se trata de un alto al fuego, no de una paz definitiva, y advierte que las operaciones podrán reanudarse si las condiciones lo requieren.
El anuncio coincidió con la liberación de los últimos 20 rehenes israelíes vivos, a cambio de casi dos mil prisioneros palestinos, junto a la entrega de los cuerpos de cuatro cautivos fallecidos.
El plan impulsado por Washington prevé la retirada gradual del Ejército israelí y la formación de una administración provisional tecnocrática y apolítica, supervisada por un comité internacional.
Sin embargo, Hamás rechaza su desplazamiento del poder y la Autoridad Palestina aún no define su rol, dejando múltiples desafíos para la implementación del acuerdo.