Al menos 25 personas murieron este miércoles en uno de los peores bombardeos rusos en el oeste de Ucrania, un ataque que coincide con la visita del presidente ucraniano Volodimir Zelenski a Turquía para "revitalizar" el **proceso de paz".
Zelenski llegó a Ankara con el objetivo de reactivar la participación de Estados Unidos en los esfuerzos para poner fin a la invasión rusa, iniciada en 2022.
Mientras tanto, Moscú lanzó la noche previa un ataque que forma parte de una campaña cada vez más intensa contra la infraestructura energética de Ucrania, afectando también objetivos civiles. Los bombardeos alcanzaron dos bloques de vivienda en la ciudad de Ternópil, informó el ministro de Relaciones Exteriores, Andrii Sibiga.
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Al menos 25 muertos, entre ellos tres niños, y 73 heridos se reportaron. Las calles quedaron cubiertas de escombros y los incendios provocaron que el nivel de cloro en el aire se multiplicara por seis, por lo que las autoridades pidieron a los residentes que se quedaran en casa.
En total, Rusia lanzó más de 476 drones y 48 misiles, mientras que la fuerza aérea ucraniana destruyó 442 drones y 41 misiles.
Zelenski buscará que Washington se reincorpore a los esfuerzos de paz, reuniéndose con el presidente turco Recep Tayyip Erdogan en Ankara para discutir "las mejores formas de garantizar una paz justa".
El Kremlin dijo que ningún responsable ruso estará presente, aunque se mantiene abierto a diálogos para resolver la guerra en Ucrania.