El proyecto final de acuerdo entre casi 200 países en la COP30 de Belém no incluye una referencia explícita a las energías fósiles, pese a solicitudes amplias.

Unos 80 países, incluidos Colombia, Francia y España, pidieron introducir un compromiso claro sobre la reducción progresiva de estos combustibles esenciales.

El texto aún requiere aprobación por consenso durante la sesión de clausura programada para el sábado en la sede de la ONU.

El borrador también propone triplicar la financiación destinada a la adaptación climática de los países en desarrollo durante la próxima década, buscando fortalecer sus capacidades ambientales.

El documento prevé abrir un diálogo global sobre comercio climático, un paso sin precedentes dentro de las negociaciones multilaterales.

China y otros países exportadores presionaron para incluir este punto, considerándolo prioritario para sus estrategias de transición.

El presidente Luiz Inácio Lula da Silva había solicitado retomar la propuesta de abandonar gradualmente los combustibles fósiles, adoptada en la COP28 de Dubái.

Sin embargo, la fuerte oposición de Arabia Saudita, Rusia e Irán bloqueó la posibilidad de una hoja de ruta obligatoria dentro del acuerdo.

La medida quedó finalmente como una vía voluntaria, disponible únicamente para los países interesados en avanzar hacia una transición más acelerada.

Brasil se comprometió a coordinar este marco voluntario durante el próximo año, antes de transferir la presidencia en la COP31.

Según la ministra española Sara Aagesen, la presidencia brasileña emitirá una declaración que reafirmará su intención de impulsar el abandono progresivo de las energías basadas en combustibles fósiles.

El gobierno brasileño aseguró que dedicará tiempo y esfuerzo a promover este objetivo dentro del proceso internacional.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *