La Corte Suprema de Estados Unidos inició audiencias para revisar la política arancelaria de Donald Trump, eje de su estrategia económica y diplomática desde su retorno a la Casa Blanca en enero.

El fallo definirá los límites del poder presidencial en materia comercial y podría tardar meses. Se evaluará si Trump actuó dentro de sus facultades al invocar poderes económicos de emergencia para imponer gravámenes recíprocos a países como México, Canadá y China.

Las pequeñas empresas estadounidenses reportan pérdidas millonarias por el incremento de tarifas sobre importaciones clave. Los aranceles, parte de la doctrina “Estados Unidos Primero”, fueron impugnados desde el inicio por exceder la autoridad presidencial.

Un tribunal y una corte de apelaciones ya fallaron en contra de la estrategia, pero la apelación presidencial mantuvo vigentes los gravámenes. Ahora, la Corte Suprema, de mayoría conservadora, podría establecer un precedente histórico sobre la separación de poderes.

En disputa están miles de millones de dólares recaudados y la definición de los límites del poder ejecutivo en temas de comercio, usualmente reservados al Congreso.

Expertos como Ryan Majerus, exfuncionario comercial, consideran que la Corte podría validar parte de la política con límites entre aranceles recíprocos y medidas punitivas.

Aunque se declararan ilegales, el gobierno aún podría imponer tarifas temporales o abrir investigaciones bajo la Sección 301 para responder a prácticas comerciales injustas.

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