La indígena trans y activista María Mendoza Lucas, identificada legalmente como Antonio Mendoza Lucas, de 31 años, se encuentra desaparecida desde finales de octubre, luego de viajar del estado de Oaxaca hacia la ciudad de Puebla. Desde ese momento, su familia no ha vuelto a tener contacto con ella, lo que ha encendido focos rojos entre colectivas, defensores de derechos humanos y la comunidad LGBT+.
Derivado de la denuncia por su no localización, las Comisiones Estatales de Búsqueda de Oaxaca y Puebla han intensificado los operativos en territorio poblano, particularmente en los municipios de Amozoc y San Pedro Cholula, puntos clave de la ruta Oaxaca-Puebla donde la joven pudo haber transitado antes de que se perdiera todo rastro. Las autoridades reportan recorridos en campo, entrevistas a posibles testigos y revisión de espacios públicos para detectar cámaras, testigos y cualquier indicio que ayude a dar con su paradero.
En medio de la incertidumbre, la madre de María difundió un video pidiendo ayuda urgente. “Estoy desesperada”, expresó, al solicitar el apoyo de la ciudadanía y de quienes trabajan en el transporte público que recorre la ruta interestatal. Suplicó que cualquier persona que la haya visto se comunique de inmediato a los números oficiales de búsqueda. En un mensaje directo a su hija, le pidió que regrese o que, al menos, dé una señal de vida: “Quiero abrazarte, no tenemos nada en contra de ti”.
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El caso de María se inserta en un contexto nacional marcado por las desapariciones y por la violencia estructural que enfrentan las mujeres trans e indígenas. Organizaciones civiles han reiterado que las personas de la diversidad sexual continúan siendo un grupo particularmente vulnerable en los trayectos interestatales, donde convergen la falta de vigilancia, la impunidad y la ausencia de protocolos específicos con perspectiva de género y diversidad.
Para facilitar su identificación, las autoridades difundieron una ficha de búsqueda con la descripción física de la joven. María es de complexión delgada, mide aproximadamente 1.70 metros, es de tez morena y tiene ojos rasgados de color café oscuro. Su cabello es largo, lacio y negro. Como señas particulares, presenta una cicatriz en el pómulo izquierdo, otra en la espinilla izquierda, descamación alrededor de la boca y perforaciones en ambos lóbulos.
La última vez que su familia tuvo contacto con ella, vestía gorra roja, blusa verde, pantalón de mezclilla y tenis negros. Sus allegados añadieron que suele usar vestidos oscuros, mallones, faldas claras y blusas regionales, prendas que reflejan su identidad indígena y de mujer trans.
Mientras las comisiones de búsqueda mantienen activos los operativos en Puebla y Oaxaca, la familia de María insiste en que la participación ciudadana puede ser determinante. Piden que cualquier información, por mínima que parezca, sea reportada a los números 800 00 77628, 951 531 48 01 o 951 164 64 34, o bien al correo [email protected]. Cada llamada, cada mensaje y cada testimonio puede convertirse en una pista clave para encontrarla con vida.

