En un intento por reforzar la confianza y la transparencia, los organizadores de Eurovisión anunciaron duras modificaciones a su sistema de votación, luego de la controversia generada por el apoyo masivo del público a los concursantes israelíes en recientes ediciones.
La UER confirmó la reducción a la mitad del número de votos permitidos por espectador: ahora solo podrán emitirse 10 votos por método, frente a los 20 anteriores, y se implementarán controles más estrictos para detectar y frenar votos fraudulentos o coordinados.
La decisión llega en medio de un ambiente tenso: España, Países Bajos y Bélgica analizan boicotear el certamen en Viena 2025 si Israel participa, acusándolo de violaciones a la libertad de prensa y de injerencias políticas en la edición pasada.
Además, los jurados profesionales, cuyo voto pesa el 50%, regresarán a las semifinales por primera vez desde 2022 y deberán firmar una declaración de imparcialidad total. La UER insiste en que los resultados de 2025 fueron válidos, pero admite que las nuevas reglas buscan ofrecer garantías reforzadas ante la creciente presión internacional.

