La industria textil mexicana atraviesa una etapa crítica tras diez trimestres de caída, con pérdida de empleos y menor capacidad productiva, pero sigue siendo un pilar del empleo formal.

Actualmente, el sector emplea a más de 1.1 millones de trabajadores, según la Cámara Nacional de la Industria Textil (Canaintex), y mantiene un rol clave en la economía nacional.

Durante la Convención Nacional de la Cadena Fibra–Textil–Confección–Calzado en Puerto Vallarta, líderes y autoridades coincidieron en que la recuperación depende del mercado interno, la innovación tecnológica y una política comercial justa.

Rafael Zaga Saba, presidente de Canaintex, destacó que el progreso “no vendrá de fuera”, y urgió a impulsar el consumo de productos hechos en México y priorizar algodón, hilos y telas nacionales.

El dirigente subrayó que el valor de la industria radica en mantener el encadenamiento productivo, que genera inversión y sostiene empleos en todo el país.

Otro tema central fue la nueva Ley de Aduanas, que busca reducir la ilegalidad y el contrabando, especialmente en sectores estratégicos y sensibles, cerrando brechas en el comercio internacional.

En materia económica, Zaga Saba reconoció que el PIB manufacturero cayó 3.8% en el segundo trimestre de 2025, pero señaló que con apoyo al mercado interno es posible revertir la tendencia y mantener inversión y empleo.

La convención resaltó también la integración de IA, nuevas tecnologías y políticas laborales eficientes, consolidando a la industria como una cadena productiva 100% mexicana, que viste a México

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