El Congreso de Puebla fue la sede para la entrega de un reconocimiento a Abraham Jauli, un joven poblano que cruzó a nado el Canal de la Mancha, entre Reino Unido y Francia. Además recibió una presea para su padre, Salomón Jauli, también poblano y quien completó el mismo tramo a nado en la década de los 90. En entrevista con 24 HORAS, Jauli contó cuál fue su principal motivación, miedos y los esfuerzos requeridos para realizar dicha tarea.
“Es un orgullo para mi recibir este reconocimiento, el mismo día que mi papá lo recibe, primero porque él fue una de las razones por la cual yo crucé el canal. Aunque él ya falleció, yo quería encontrar una manera de reconectar con él y le hice la promesa de cruzarlo algún día, por lo que siento un orgullo bastante grande, poder cumplir esa promesa”, resaltó Abraham.
https://whatsapp.com/channel/0029VaE1iV22975FVy9QXt3J
De acuerdo con lo que relató el menor de los Jauli, previo a cruzar el Canal, se mantuvo en entrenamiento durante dos años, se preparaba seis veces a la semana y tuvo que someter a su cuerpo a entrenamientos en aguas frías, subir de peso y prepararse mentalmente.
Si bien, Abraham Jauli tuvo momento en el entrenamiento en los que quería rendirse, destacó que “eso es parte del camino”, pues dijo: “a veces pensamos que no estamos hechos para eso pero el miedo y la duda es parte del mismo proceso”:
Al interior de las aguas del Inglaterra, el poblano tuvo que enfrentar distintos miedos, entre ellos, el miedo a las medusas. Sin embargo, a pesar del estrés, miedo y cansancio extremo, el joven logró cruzar el Canal en 17 horas, el pasado 30 de julio.
Fortaleza mental, el pilar
De acuerdo con Abraham Jauli, algo que le ayudó a mantenerse firme durante su camino fue, mantener un pensamiento fuerte y positivo. Sus herramientas fueron, recordar a su padre ya fallecido Salomón Jauli y a su hermano Salo, como él lo llama.
“Yo pensaba en ellos y sentía que estaban ahí conmigo. Ellos me dieron mucha fuerza, les pedía fuerza y que me cuidaran y eso fue lo que me dio un impulso muy grande, además de que mi madre y mi hermano Isaac se mantuvieron presentes desde el barco. Nunca me sentí solo”, enfatizó.
Abraham Jauli señaló que, antes de que falleciera su padre, le dio una encomienda: “camina o siéntate, pero no tambalees”, una frase que se quedó presente en la mente y en el corazón de Jauli. La tomó como estandarte para sus entrenamientos y para la vida.
Por ahora Abraham disfruta su triunfo y la forma en la que honró la vida de su papá. A su vez, se mantiene entrenando e inscribiéndose a más aventuras que no solamente lleven su cuerpo físico al límite, sino también su mente.
“Todo es paso a pasito, yo les diría a los atletas jóvenes poblanos que este sueño va a tomar tiempo, es lento pero vamos seguro. Hay que soñar en grande y hay que demostrar que el poblano cuando le proponen, puede cruzar cualquier meta, cualquier reto y/o cualquier canal”, concluyó.

