La Comisión Nacional del Agua (Conagua) registra 509 pozos autorizados para extracción en Puebla, según su padrón más reciente, que contempla usos agrícola, industrial, doméstico y urbano.
Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) confirman 606 puntos de captación, integrados por 509 pozos, 88 norias y 9 manantiales, cifras que coinciden con el registro federal.
A pesar del control oficial, la presencia de pozos irregulares continúa siendo un problema creciente. Conagua reporta 20 perforaciones clandestinas detectadas mediante operativos recientes.
No obstante, investigaciones periodísticas estiman al menos 39 pozos ilegales entre 2023 y 2025, muchos relacionados con la venta de agua mediante pipas en diferentes zonas del estado.
El Gobierno de Puebla señala que los pozos sin permiso se concentran en áreas con alta demanda y disponibilidad limitada, donde operan sin monitoreo ni supervisión técnica.
Dependencias estatales y federales han realizado clausuras y cateos para frenar la extracción no autorizada, aunque admiten que ubicar todas las perforaciones es complicado por su carácter clandestino.
Especialistas advierten que la brecha entre pozos legales e ilegales aumenta la presión sobre los acuíferos, especialmente en la zona metropolitana y regiones agrícolas con explotación intensiva.
En municipios como Cholula y Xoxtla, persisten conflictos entre defensores del agua y organismos como Agua de Puebla y Conagua, debido al control del recurso hídrico.
Conagua mantiene revisiones abiertas al padrón de concesiones y pide a los municipios reportar perforaciones sospechosas para fortalecer la vigilancia y contener el crecimiento de pozos clandestinos.

