El reciente fallo de la SCJN, que obliga a Grupo Salinas a cubrir 48 mil 236 millones de pesos en adeudos fiscales, reconfiguró el escenario político y económico del país. Desde Tecámac, la presidenta Claudia Sheinbaum envió un mensaje directo: “mejor que paguen sus impuestos en vez de andar pagando campañas”, marcando distancia frente a la narrativa de victimización impulsada por el empresario Ricardo Salinas Pliego.
La mandataria subrayó que este caso arrastra 15 años de litigios, múltiples amparos y decisiones judiciales postergadas, hasta que finalmente llegó a resolución. Negó categóricamente cualquier intención de persecución política y sostuvo que el procedimiento es estrictamente legal, no personal.
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Sheinbaum acusó que es Grupo Salinas quien está “politizando” el tema. Reafirmó la autonomía del Poder Judicial y sostuvo que los ministros deben responder al mandato del pueblo y a la defensa de la Constitución. Enfatizó que su gobierno no usa el poder para beneficios privados: “gobernamos para el pueblo y por el pueblo, dentro del marco de la ley”.
El choque discursivo abre un nuevo capítulo en el debate sobre grandes contribuyentes, transparencia fiscal y la relación entre poder económico y poder político en México, un tema de alto interés para la ciudadanía y en tendencia en la conversación pública actual.