Andrea Lezama, reconocida como la primera víctima de violencia vicaria en Puebla que logró la vinculación a proceso de su agresor, solicitó medidas de protección para ella y su hijo después de que una jueza ordenó un arraigo domiciliario para el acusado.
La joven madre teme por su vida y la del menor, por lo que anunció que impugnará la resolución judicial con apoyo de su defensa legal.
La madre, acudió al Centro de Justicia de la 11 Sur, para exigir, nuevamente, que se garantice su seguridad, luego de que la jueza Alejandra Román Pérez autorizó que el agresor continúe su proceso penal desde la comodidad de su domicilio.
Liberan al primer hombre vinculado por violencia vicaria en América Latina
El responsable, identificado como Ricardo N., permaneció tres años en prisión tras convertirse en el primer hombre en América Latina vinculado a proceso por el delito de violencia vicaria.
Sin embargo, la jueza argumentó que “no existe riesgo” para la víctima ni para su hijo, aunque más adelante reconoció que sí lo había, lo que, de acuerdo con Lezama, dejó en evidencia contradicciones en su decisión.
Andrea Lezama reveló que el agresor no portará un brazalete electrónico, debido a que la jueza consideró que “no tiene recursos económicos para cubrir su costo”. Pese a que la autoridad judicial ordenó vigilancia permanente, la víctima advirtió que nada garantiza su seguridad.
“Tengo miedo por mi hijo y por mí. Mi hijo merece una infancia feliz; durante seis años no lo vi crecer y esos años no se pueden recuperar”, expresó Andrea visiblemente afectada.
Pide protección estatal y que la Fiscalía impugne
Ante este panorama, Andrea presentó una solicitud de protección al Gobierno del Estado de Puebla para asegurar su integridad y la de su hijo. Además, exigió a la Fiscalía General del Estado (FGE) que impugne la decisión de la jueza, ya que la agente del Ministerio Público que representó su caso no llegó preparada a la audiencia.
La víctima aseguró que la falta de acción de la funcionaria favoreció la liberación del agresor, por lo que también promoverá un recurso de impugnación por su cuenta en los próximos días.
“Estoy dolida, pero no me voy a rendir. Solo quiero vivir tranquila con mi hijo y que se haga justicia”, manifestó Andrea a las puertas del Centro de Justicia de Puebla.

