Si bien algunas labores impulsadas por el colectivo Voz de los Desaparecidos cuentan con el acompañamiento de la Comisión Estatal de Búsqueda, en otras ocasiones las familias víctimas colaterales de desaparición deben “camuflarse” y avanzar con cautela, pues su vida y seguridad están en riesgo.


Este martes 2 de diciembre, esta organización acudió a la localidad de San Juan Tlautla, en el municipio de San Pedro Cholula, para indagar el rastro de un hombre, cuya identidad se mantiene en el anonimato, porque su familia ha recibido amenazas por intentar localizarlo.


La jornada inició a las 9:00 horas de este martes, cuando las madres buscadoras se colocaron una playera blanca distintiva con la frase: “¡Hasta encontrarles!”.
Minutos después, bajaron picos y palas de una camioneta, los repartieron y sacaron un pedazo de cinta adhesiva para pegar las fotografías de los rostros de sus familiares en postes de luz, paredes, iglesias y espacios vacíos.


“Vamos cuidándonos. Si ven autos sin placas o que pasen a baja velocidad, no les tomen fotos, pero sí documenten, porque son pequeñas pistas. No se separen: vamos todos juntos y volvemos juntos”, indicó Miguel Ángel, integrante del colectivo.


Durante el recorrido por la comunidad, los integrantes del colectivo debían cuidarse las espaldas, caminar con prudencia y “maquillar la búsqueda”, ya que emprendieron la jornada sin acompañamiento institucional.


“Venimos solos porque no podemos estar esperando a que nos agenden. Si de un momento a otro nos llega una pista, tenemos que actuar; no podemos perder tiempo”, destacó María Luisa Núñez Barojas, representante del colectivo.


Los integrantes llegaron al sitio donde les informaron que podrían encontrar indicios de la persona. De manera discreta, algunos se colocaron frente al predio, que además formaba parte de una propiedad privada.


“Si es aquí, el punto es ahí. Pero ¿cómo le vamos a hacer? Es una extensión de la ** casa de atrás**, no podemos ingresar así”, comentó una de las integrantes.


Ante esta situación, decidieron acercarse con un celular para tomar una fotografía desde arriba. Observaron que el espacio hueco tenía mucha tierra acumulada y ladrillos mal colocados, lo que podría representar una pista.


Sin revelar el origen de los reportes que reciben sobre posibles fosas comunes, las madres buscadoras regresarán al lugar, esta vez con apoyo institucional y con una orden de cateo de la Fiscalía General del Estado.


Sin embargo, el hecho de que la autoridad se sume no garantiza que la búsqueda comience pronto, afirmaron, ya que la burocracia retrasa los procesos y desgasta a las madres que dan seguimiento a las carpetas de investigación.
Según datos de la Comisión Estatal de Búsqueda, en Puebla hay más de tres mil personas no localizadas.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *