Mientras que para algunas personas la temporada navideña representa alegría y felicidad, para otras se convierte en un periodo de tristeza, marcado por la frustración, la depresión y la ansiedad.

Laura Elena López Cordero, psicoterapeuta, explicó que en estas fechas se intensifican las emociones, ya que muchas personas enfrentan duelos, se ven obligadas a convivir con sus agresores o con familiares con quienes mantienen constantes conflictos.

“Son épocas que promueven una visión romántica de la convivencia familiar; sin embargo, hay personas que deben convivir con gente que no desean (…) lo que genera altos niveles de estrés y angustia”, señaló.

A esto se suma la frustración que experimentan quienes no cuentan con los recursos económicos para afrontar los gastos de las reuniones y los regalos navideños.

“Son comunes los intercambios y diversas festividades; no todas las personas pueden cubrirlos y, en lugar de disfrutar la temporada, la viven con enojo y frustración”, mencionó la especialista.

Asimismo, explicó que el mes de diciembre también propicia cuadros depresivos debido a que los días son más cortos, lo que favorece el aislamiento y la introspección, así como la reflexión sobre las carencias.

“Muchas personas desean que termine porque realmente lo sufren; enfrentan problemas económicos, familiares e incluso ambientales, lo que incrementa la ansiedad, la frustración y la desesperación”, recalcó.

Por su parte, la Secretaría de Salud federal informó que del 1 de enero al 25 de octubre se registraron 2,589 casos de depresión en el estado, de los cuales 1,929 corresponden a mujeres y 660 a hombres.

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