El gigante Coca-Cola confirmó un giro estratégico mayor: Henrique Braun, actual número dos de la compañía, asumirá la dirección global el próximo 31 de marzo, marcando un relevo clave tras casi nueve años de James Quincey en el cargo. El movimiento, anunciado mediante un comunicado corporativo, busca fortalecer “un acercamiento aún más estrecho a las necesidades de los consumidores”, una meta urgente en un mercado altamente competitivo.
Braun, con casi 30 años dentro de Coca-Cola, ha sido pieza clave en la evolución operativa de la marca. Actualmente funge como vicepresidente ejecutivo y fue nombrado director de operaciones en 2025, consolidándose como uno de los perfiles más influyentes del grupo. Su ascenso responde a una estrategia de continuidad, pero también de renovación, en un contexto donde la compañía reportó 47,100 millones de dólares en ingresos durante 2024, un incremento interanual del 3%.
Aunque dejará la dirección ejecutiva, James Quincey continuará desempeñando un rol activo como presidente, según confirmó el administrador independiente David Weinberg. El objetivo: una transición sólida que preserve la estabilidad de una de las marcas más reconocidas del planeta.

