Después de varios años de luchar contra la adversidad y enfrentar ventas bajas de forma constante, los comerciantes de Santa Rosa, conocido popularmente como el Mercado de los Fierros, lograron estabilizar sus ingresos y atraer a un mayor número de compradores, lo que les ha permitido mantenerse activos y vigentes.
Erika, vendedora de cruces para panteón, reconoció que mantenerse ha sido una lucha permanente, ya que los locatarios enfrentaron primero la reubicación del inmueble, posteriormente la escasez de consumidores y más tarde la pandemia de Covid-19, situación que casi los sepultó debido a las transacciones nulas registradas durante ese periodo.
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“Ahora sí tenemos muchos clientes, gracias a Dios logramos estabilizarnos, porque por muchos años fue muy complicado; no comercializábamos nada y ahora siempre el estacionamiento está lleno. No hay jornada sin ventas, ni entre semana ni durante el fin de semana”, relató la comerciante, quien destacó el cambio favorable que han experimentado.
Los herreros iniciaron sus labores en 1956 sobre la calle 3 Norte, frente al Mercado de la Victoria; posteriormente fueron trasladados a la 14 Poniente, cerca de la Iglesia de Santa Rosa, consolidándose como un punto representativo. Más adelante, en 1994, el presidente municipal Rafael Cañedo Benítez los reubicó en la 11 Norte, frente a la Casa del Abue, lugar que hoy alberga al mercado.
Al interior del recinto existen alrededor de 88 locatarios, dedicados a la comercialización de productos de herrería y artículos de cocina, como parrillas, bancos, moldes para postres, comales, utensilios culinarios, tamaleras, braseros, cazos para carnitas y arroceras, tanto para uso doméstico como para establecimientos comerciales.
Asimismo, hay puestos que expenden cruces para difuntos, de fierro o madera, distribuidas al mayoreo para reventa.
“Los compradores ya nos identifican, saben que somos un mercado especializado y aquí acuden a adquirir mercancía para negocios o redistribución. Nos ha costado muchos años, pero ya estamos nuevamente de pie”, expresó Don Raúl, vendedor del lugar, al destacar la recuperación del centro comercial.

