La opositora venezolana y Nobel de la Paz, María Corina Machado, declaró en Oslo que su regreso a Venezuela ocurrirá únicamente cuando existan “condiciones propicias” de seguridad, reconociendo que, por ahora, priorizará un breve espacio con sus hijos tras más de un año en clandestinidad.
Machado, considerada la rival más visible del presidente Nicolás Maduro, afirmó que se toma su futuro “un día a la vez”, pese a la insistencia internacional por conocer su siguiente movimiento político. Señaló que su retorno no depende exclusivamente de un cambio de régimen, sino de garantías mínimas que eviten represalias.
La dirigente, de 58 años, llegó a Noruega pasada la medianoche, luego de que su hija recibiera el Premio Nobel en su nombre. Cansada, pero visiblemente emocionada, encabezó tres actos públicos y se reunió con cientos de venezolanos en el exilio.
Machado confesó que está recibiendo “varias invitaciones” internacionales, aunque por ahora dedicará tiempo a colegas, amigos y a atender temas médicos postergados durante su etapa clandestina. La líder confirmó que logró salir de Venezuela con apoyo de Estados Unidos, mientras en Oslo permanece acompañada por sus hijos, hermanas, su madre en silla de ruedas y figuras de la comunidad venezolana.
La incertidumbre sobre su retorno incrementa la tensión política en Caracas, donde su figura se mantiene como uno de los mayores desafíos para el oficialismo y un símbolo para la oposición latinoamericana que sigue de cerca sus decisiones.

