Este domingo 21 de diciembre se registra el solsticio de invierno, fenómeno astronómico que marca el cambio de estación y da lugar al día con menos horas de luz y a la noche más larga del año en el Hemisferio Norte.
En entrevista, el doctor Raúl Mújica, investigador del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE), explicó que el solsticio ocurre porque el plano en el que la Tierra gira alrededor del Sol y el plano del ecuador terrestre no coinciden, sino que presentan una inclinación de aproximadamente 23 grados.
Detalló que esta inclinación provoca que, dependiendo de la posición de la Tierra, los rayos solares inciden de forma más directa en uno u otro hemisferio. Durante el invierno, el Sol ilumina con mayor intensidad al hemisferio sur y con menor fuerza al hemisferio norte, lo que genera temperaturas más frías en esta región.
El investigador aclaró que el solsticio es un momento preciso, que este año ocurrió alrededor de las 9:04 horas, y no un evento que dure todo el día, aunque sus efectos se perciban durante la jornada. También precisó que la noche más larga fue la de la víspera y que, a partir de ahora, los días comenzarán a alargarse y las noches a acortarse.
Mújica añadió que el nombre de solsticio proviene de la apariencia de que el Sol “se detiene” en su punto más extremo hacia el sur antes de invertir su trayectoria aparente, fenómeno que no ocurre durante los equinoccios, cuando ambos hemisferios reciben la misma cantidad de luz solar.

