Terminará búsqueda
La decisión de limitar a diciembre la búsqueda de Liam Tadeo González Lechuga, el menor de seis años arrastrado por un deslave en Huauchinango, duarante las torrenciales lluvias de principios de octubre, marcará un triste precedente en la gestión de las emergencias provocadas por fenómenos climatológicos. El alcalde, Rogelio López Angulo, atribuyó la reducción de las labores a las condiciones del terreno y a la falta del equipo especializado. Resulta especialmente revelador que hayan sido los propios familiares del niño quienes pidieran que la búsqueda no se prolongara hasta 2026, tal vez ante la desperanza o la enorme dimensión técnica y económica del operativo rebasó los limites municipales y regionales. En los primeros días, cuando la tragedia aún ocupaba titulares y las autoridades buscaban mostrar eficiencia, se emplearon drones, maquinaria y brigadas de rescate. Sin embargo, la intensidad de la búsqueda se apaga. La experiencia vivida después de las precipitaciones de este año debería abrir un debate mayor: ¿qué tan preparados están los gobiernos locales para enfrentar desastres naturales que serán cada vez más recurrentes? ¿Cuántas familias más deberán asumir el peso de una tragedia amplificada por la falta de recursos propios y públicos? El caso de Liam Tadeo no sólo es una historia de pérdida, es también un llamado urgente a fortalecer las capacidades municipales, transparentar los protocolos de búsqueda y garantizar que la respuesta a una emergencia no se desvanezca con el paso de los días ni con la llegada de nuevas agendas políticas. No obstante, la memoria de un pequeño arrastrado por un río, a pesar de los esfuerzos de su fallecida abuela y su hermano adolescente, que logró sobrevivir, persistira entre su mamá, papá y todos los huauchinanguenses que peinaron la Sierra Norte con la esperanza de hallarlo. ¿Será?
Los González Vieyra
La recaptura de Giovanni González Vieyra, exalcalde de Tlachichuca, apenas minutos después de abandonar el penal de Tepexi de Rodríguez, resulta difícil de interpretar para la opinión pública. La liberación del exedil obedeció a una orden judicial derivada de un recurso de revisión y de la instrucción de reponer el juicio, lo que forma parte de una dinámica habitual en los procedimientos penales, donde la intervención de jueces federales puede modificar o reconducir investigaciones locales. Por otro lado, la detención inmediata por parte de la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción indica que existía ya una nueva carpeta de investigación en curso. En términos estrictamente procesales, la coexistencia de distintos procedimientos paralelos no es inusual, especialmente cuando se trata de presuntos actos de corrupción que pueden involucrar varias líneas de indagación. Sin embargo, la sincronía entre liberación y recaptura genera preguntas sobre la coordinación institucional y el manejo de tiempos procesales. Sin duda, el caso refleja una realidad frecuente en procesos de alto perfil, ya que junto con Giovanni, sus hermanos Uruviel -exalcalde de Ciudad Serdán- y Ramiro -expresidente municipal de San Nicolás Buenos Aires-, fueron detenidos en marzo y mayo de este año, respectivamente, acusados de presunto secuestro y extorsión, posesión de cocaína y marihuana con fines de comercio, desvío de recursos públicos por 41 millones de pesos y abuso de autoridad. A pesar de los amparos que han intentado promover, las autoridades han confirmado que los González Vieyra no saldrán de prisión debido a las diversas causas penales que tienen pendientes. ¿Será?

