La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, confirmó que la propuesta para que el exfiscal Alejandro Gertz Manero fuera designado como embajador surgió de un acuerdo directo entre ambos, alcanzado durante una reunión privada y como reconocimiento a su trayectoria en el servicio público.
Sheinbaum fue clara al señalar que el exfiscal manifestó su interés por representar al país en el ámbito diplomático, decisión que —subrayó— se realizó con apego total a la Ley del Servicio Exterior Mexicano, la cual faculta a la titular del Ejecutivo a nombrar embajadores que no provengan necesariamente de la carrera diplomática.
La mandataria defendió esta práctica al asegurar que los perfiles designados han cumplido adecuadamente sus funciones y negó que existan errores en dichas decisiones. “No hay nadie que lo haya hecho mal”, enfatizó, al tiempo que reiteró que se trata de una atribución legal de la Presidencia.
Este anuncio ha generado debate político y reacciones encontradas, en un contexto donde los nombramientos diplomáticos, la transparencia y el reconocimiento a funcionarios clave se mantienen como temas de alto interés nacional.

