Hace 200 años un grupo de 19 hombres ilustres formaron el Primer Congreso Constituyente en Puebla, 14 como propietarios y cinco como suplentes. Preparar la redacción del documento que estableciera el nuevo modelo de orden constitucional del Estado poblano, base de nuestra organización política y acorde al que se construía para la nación mexicana, era la tarea.
En un contexto altamente complejo, ya que la región poblana vivía desórdenes por los “innumerables facinerosos y bandoleros que infestaban el estado” -como se documentaba- y la presencia de conspiraciones que pretendían restablecer la prepotencia española, estos hombres ilustres pudieron concluir la tarea legislativa que incluía no sólo la redacción de la Constitución, también la de Leyes Reglamentarias, determinando que el 7 de diciembre de 1825 se jurara.
Durante todo el año, derivado de la Declaratoria 2025 Año del Bicentenario, se han llevado a cabo diversos eventos para conmemorar este acontecimiento. Me referiré a uno de ellos por la enorme riqueza de los testimonios y notas curiosas aportadas desde las cuatro miradas de las expertas que participaron, el Coloquio llamado “La Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Puebla, para hombres, no ángeles”, organizado por la diputada Susana Riestra, con la participación académica de la brillante historiadora la doctora Alicia Tecuanhuey, profesora investigadora del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades Alfonso Vélez Pliego de la BUAP, que convocó también a las doctoras Mariana Terán, de la Universidad Autónoma de Zacatecas; Catherine Andrews, profesora investigadora de la División de Historia del Centro de Investigación y Docencia Económicas CIDE; Mercedes Salomón Salazar, directora de la Biblioteca Histórica José María Lafragua de la BUAP; teniendo como marco la belleza del Salón de Plenos de la hoy antigua sede histórica del Congreso de Puebla, ubicada en el centro de la ciudad, enmarcado además con exposiciones documentales que tuvieron tres sedes diferentes: la Biblioteca Palafoxiana, la Biblioteca Histórica José María Lafragua y el Museo Regional del Centro INAH Puebla.
Así se fue entrelazando la historia de un acontecimiento que lo mismo mostró el enorme significado del nacimiento del Federalismo mexicano; cómo se configuró desde lo local en lo que se conoce como el radicalismo provincial de Zacatecas, Yucatán, Oaxaca y Jalisco, cuyo objetivo era conformar estados independientes, libres y soberanos que tuviesen una forma de gobierno representativa, popular y federal, como refirió la Dra. Terán.
Su impacto en el diseño federal, que adopta como un sistema el modelo republicano y liberal, quedando plasmados en la Constitución de 1824 y en la Constitución poblana de 1825, no sólo en la división de facultades entre los gobiernos de los estados que conformarían a la Federación, sino que formó parte integral del diseño de la división de poderes del constitucionalismo entendido como un todo, el federal y el de los estados, expresó la Dra. Andrews.
Conocimos que existen 13 ejemplares que sobreviven: seis en México, tres en Puebla y el resto fuera del país en España y en Estados Unidos, y del esfuerzo para rescatar con el apoyo de la rectora de la BUAP, Lilia Cedillo, uno de los ejemplares originales de la Constitución se ubica en la Biblioteca Histórica José María Lafragua.
La Constitución poblana de 1825, quedó conformada por 184 artículos. Hoy tiene 143. El primer Congreso Constituyente lo conformaron 14 diputados propietarios y cinco suplentes. Hoy el Congreso se conforma por 41 diputados y diputadas con sus respectivos suplentes y actualmente con una mayoría de mujeres.
En el primer centenario de la Constitución local, el Archivo del Congreso reportó 72 reformas constitucionales. En este Bicentenario se acumulan 118 reformas a diversos artículos constitucionales. A 200 años este Congreso ha tenido 62 Legislaturas.

