En el marco del Día de las Trabajadoras Sexuales, integrantes de la organización Chicas de la 14, acompañadas por la diputada local trans, Gabriela Chumacero Rodríguez, solicitaron al Congreso del Estado legislar a favor de los derechos de las mujeres que ejercen el trabajo sexual.

Entre sus principales demandas se encuentran el acceso a servicios de salud, vivienda digna y a una vida libre de violencia y discriminación.

Durante su pronunciamiento, Gabriela Chumacero subrayó que esta fecha permite visibilizar “la deuda histórica que existe con quienes ejercen esta actividad y que diariamente enfrentan agresiones, discriminación y estigmatización social”.

Asimismo, señaló que, de acuerdo con organizaciones civiles, en la ciudad de Puebla se han documentado casos de violencia física, psicológica e incluso feminicidios contra personas dedicadas al trabajo sexual.

“Es importante decirlo con claridad: el trabajo sexual es trabajo”, afirmó la legisladora, al anunciar que el próximo año impulsará iniciativas para el reconocimiento y la protección de los derechos de este sector.

“Vamos a legislar y a proponer iniciativas que garanticen sus derechos, porque la justicia y la igualdad no pueden ser selectivas”, dijo la diputada por Morena.

Por su parte, la presidenta de Chicas de la 14, Mariela Yazmín González, advirtió que, aún en la actualidad, las mujeres que se dedican al trabajo sexual continúan siendo víctimas de discriminación, violencia y asesinatos.

Afirmó que esta fecha “no es de conmemoración, sino un día para denunciar la violencia institucional, estructural, social y simbólica que enfrentan diariamente las trabajadoras sexuales en un ámbito históricamente estigmatizado”.

González enfatizó que las trabajadoras sexuales “somos madres, mujeres, hijas, estudiantes, cuidadoras y sostén económico de familias enteras”, y rechazó que sean consideradas una disfunción social. “El problema es la precariedad, la exclusión y la violencia que el Estado y la sociedad han normalizado”, expresó.

Finalmente, denunció que las agresiones en su contra se manifiestan de múltiples formas: física, sexual, psicológica, económica e institucional.

“Se nos criminaliza mediante la persecución policial, la extorsión, la negación del acceso a la justicia, a la salud, a la vivienda y a condiciones laborales dignas, además del silencio social y la indiferencia ante nuestras muertas”, concluyó.

De acuerdo con investigaciones periodísticas, se estima que en la ciudad de Puebla existen cerca de dos mil personas trabajadoras sexuales, de las cuales al menos 400 laboran en el Centro Histórico, sin contar con seguridad y protección.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *