Agravada su cirrosis por el encierro en el Cereso de San Miguel, Xolalpa Sánchez dijo que demandará a la instancia federal por inculparlo en evento del pasado 2 de mayo
Por Berenice Martínez
Un apodo, el asesinato de un niño de dos años y la violación de dos mujeres y la urgencia por encontrar un responsable, confrontó a dos instituciones: a la Procuraduría General de la República, cuya supuesta investigación acaparó los medios de comunicación nacionales y a la Fiscalía General del Estado de Puebla que días después presentó la banda responsable del crimen, conocida como la de El Güero. En medio de la disputa quedó un hombre: Orlando Xolalpa Sánchez, quien en un inicio fue señalado como uno de los culpables hoy asegura ser inocente y sólo exige justicia y limpiar su nombre.
“Me usaron, me hicieron lo que quisieron. Me parece injusto todo eso. Lo único que quiero es que se haga justicia, está mal lo que me hicieron. Tres veces me llevaron al hospital por malos tratos que me daban allá, psicológicamente y físicamente”, dice quien asevera ser un campesino de 36 años originario de Santa María Moyotzingo, junta auxiliar de San Martín Texmelucan.

Es miércoles 17 de mayo. El comisionado de Seguridad Renato Sales Heredia informaba ante medios de comunicación la detención de un presunto responsable de la agresión sexual a dos mujeres, el asesinato del menor de edad y el asalto ocurridos sobre la autopista México-Puebla el pasado 2 de mayo.
Una llamada anónima y una investigación de la PGR eran suficientes para que el funcionario señalara a El Chivo, como presentó a Xolalpa Sánchez, como uno de los delincuentes.
Pero ni el apodo le pertenece, tampoco la actividad ilícita que le adjudicaron, mucho menos –dice– el arma y las metanfetaminas con la que lo aprehendieron.
“Yo no llevaba arma ni mochila, nada de eso. Primero me subieron a un carro gris, después me pasaron a una combi y ahí ya venían más sujetos; eran como seis, hombres y mujeres, pero no dejaron de golpearme todo el camino”, aseguró en una conferencia.
Torturado y encañonado...
Con lágrimas en los ojos narra que el día del suceso estaba en su casa tomando medicamentos para controlar la cirrosis crónica, anemia e hipertensión arterial que padece. Recuerda el momento, entre 10 y 11:30 horas del 16 de mayo.
Orlando Xolalpa rememora que fue torturado y encañonado con arma de fuego por agentes de la PGR, a quienes acusa de obligarlo a declararse culpable, por lo que estuvo todo un mes en el Cereso de San Miguel en la ciudad de Puebla.
Para el campesino el culpable no sólo es la PGR, que al darse cuenta de que uno de sus hermanos está preso por el delito de robo, lo vincula con la agresión en la México-Puebla, también acusa a los medios de repetir la versión.
“Mi hermano no tiene nada que ver con eso; mi hermano está preso, punto y aparte. No sé por qué sacan tanta cosa, inventan tanta cosa. La verdad me doy cuenta que estamos en un país muy corrupto”, dice.
Por el maltrato físico y psicológico y su condición de salud fue llevado en tres ocasiones al hospital, por lo que sus abogados ya preparan una denuncia penal contra la PGR, además de que contactaron a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) para que atraiga el caso.
A poco más de un mes de haber sido detenido, el campesino se ha unido a la Red por la Defensa de Derechos Humanos, Individuales y Colectivos que defiende el caso y señala que eel Sistema de Justicia Penal Acusatorio perjudicó a Xolalpa.
“En Santa María Moyotzingo me quieren harto”, asevera Orlando, quien antes de ser encarcelado se dedicaba al campo, pero ahora sus enfermedades le impiden trabajar en lo que aprendió de su abuelo y su padre.
Xolalpa Sánchez quedó en libertad debido a que Celso Justino, padre de los afectados, no lo reconoció como responsable del hecho; es más, exigió a las autoridades hallar a los culpables y que no sea detenida otra persona inocente.
LA DETENCIÓN DE EL CHIVO
Notimex
El pasado 17 de mayo el comisionado nacional de Seguridad, Renato Sales Heredia, confirmó la detención de uno de los presuntos autores de la agresión a una familia en la autopista México-Puebla, ocurrida el 2 de mayo.
Sales Heredia precisó que la captura se llevó a cabo sin realizar ningún disparo, luego de que la Policía Federal estableciera un cordón de seguridad que permitió ubicarlo la tarde del martes 16 de mayo en la ciudad de Puebla.
El comisionado aseguró que la investigación continuará, con la finalidad de capturar a todos los integrantes de esta banda delictiva dedicada al robo a transportistas en esa región.
