Encrucijada

Por Luis Antonio Godina / [email protected]

A principios de la década de los 90, Luis Donaldo Colosio –entonces presidente del PRI– dio una entrevista en Monterrey a Gilberto Marcos.

Ahí, por más de una hora expuso conceptos, habló del partido, futuro, de las reformas, pluralidad y los problemas de México.

En la semana, un amigo me mandó por mensaje de Whatsapp un fragmento de esa entrevista que bien vale una reflexión.

Luis Donaldo Colosio afirmó, entonces, que la política no es un monopolio sino que es patrimonio de todos los ciudadanos.

“Constantemente se hace política, la política no es lo que los políticos hacen, la política la hace la ciudadanía en general, y cotidianamente mediante su expresión, su actuación, su decisión, y tenemos necesariamente como partido que entender que la sociedad ha cambiado, que hay una nueva cultura política y tenemos que adaptarnos, desde el discurso mismo, nuestro comportamiento, nuestra forma de entrarle a las elecciones, nuestra forma de seleccionar a los candidatos, nuestra forma de hacer campañas”.

Eso mencionó Colosio hace más de 25 años, y sorprende la vigencia que esas palabras pueden tener en estos días.

Y la tiene, ya que la política no sólo la hacen sus militantes, hoy los ciudadanos, las organizaciones, universidades, clubes y colegios profesionales, tienen algo qué decir, algo qué proponer, y eso se le conoce como política.

Escuchar para, juntos, construir respuestas a las preguntas que se planteen, eso es hacer política.

Hoy, los partidos están obligados a atender lo que la ciudadanía expresa, ignorar eso es, sencillamente un suicidio.

En contraparte, los políticos estamos obligados a estar en contacto constante con los ciudadanos, a ofrecer nuestros oficios para resolver su problemática, a construir –siempre– puentes que permitan alcanzar un mejor futuro.

Sólo así, juntos, ciudadanos, partidos, y políticos, podremos resolver lo que afecta a nuestras comunidades, estados y a nuestro país.

En los últimos años nos hemos acostumbrado a buscar culpables, a criticar a los gobiernos, a señalar a quienes creemos que no cumplen con sus responsabilidades.

Sin embargo, nos hemos olvidado de construir soluciones, encontrar salidas y fortalecer a la política.

Aún estamos a tiempo de hacerlo. Hagamos política todos.

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