Plumas Ibero Puebla

Por Daniela Ramos Jiménez

En la actualidad es cada vez más frecuente que escuchemos en medios de comunicación (televisión, revistas y radio) e incluso por personal de salud que sugiere tratamientos con características de dietas alcalinas o productos détox. Pero ¿cuál es la realidad detrás de este tipo de recomendaciones?

Un tratamiento détox o con características alcalinas se fundamenta en que lo que hemos comido durante nuestra vida ha sido tóxico para el organismo, sobre todo por el consumo de artículos como la leche o la carne, lo cual ocasiona que el cuerpo cambie su Potencial de Hidrógeno (pH) de neutro a ácido; por ello, las personas que recomiendan estos tratamientos afirman que al cambiar la alimentación con productos que sean alcalinos entonces el pH del cuerpo se va a modificar y por lo tanto previenen e inclusive curan ciertas enfermedades.

Esta práctica se basa, principalmente, en el consumo de licuados con mezcla de frutas y verduras que consideran alcalinas, quitan alimentos ácidos que son fuentes de proteínas como cereales, leguminosas y leche, argumentando que son ácidos.

Debemos saber combinar los alimentos. / ESPECIAL

Pero ¿qué hay de cierto con estos tratamientos? la realidad es que no existe evidencia científica que avale lo que promete; si repasamos lo que hace nuestro cuerpo para equilibrar el pH nos damos cuenta que en realidad independientemente de lo que ingerimos siempre va a estar en equilibrio es decir neutro.

Para poder realizar el equilibrio del pH son importantes dos órganos: el hígado y los riñones. El último es el encargado de eliminar todas aquellas toxinas que pueden causar algún daño a la salud a través de la orina, y de esta forma equilibrar el cuerpo; por su parte, el hígado también contribuye en este balance en la misma desintoxicación, por cual, si estos órganos se encuentran funcionando de manera adecuada, comamos lo que comamos el pH del cuerpo siempre se va a encontrar en balance, de hecho si se encuentra menor a 6.5 es incompatible con la vida.

Es cierto que se debe consumir frutas y verduras, ya que aportan grandes cantidades de vitaminas, minerales, fibra y agua, las cuales ayudan al funcionamiento del cuerpo de manera adecuada; sin embargo, esto no significa que vivamos sólo de jugos o licuados de estos alimentos, también el organismo se nutre de proteínas animales como el huevo, la carne, el pollo o pescado, así como de cereales en forma de tortilla, el pan, la avena, las leguminosas (frijoles) y de la leche.

Lo que debemos aprender es saber combinar los alimentos, consumirlos en las cantidades adecuadas a nuestra edad, realizar actividad física, etc. Por lo tanto, retirar de manera arbitraria y sin razón que justifique la necesidad de eliminarlos lo único que puede provocar son deficiencias nutricias, es decir, complicaciones dentro de nuestro cuerpo e inclusive en pacientes que sólo consumen este tipo de productos o preparaciones.

Quienes ya erradicaron los demás grupos de alimentación, a largo plazo podrían provocar desnutrición; por ello, la recomendación siempre será: “Aprender a comer, para estar bien” de manera que podamos disfrutar la comida que ingerimos y sobre todo con base a una frecuencia adecuada.

Comer las cantidades recomendadas de cada grupo de alimentos y siempre tener un estilo de vida saludable que incluya el ejercicio, sólo de esa manera evitaremos enfermedades, y si ya las tenemos entonces nos ayuda a evitar complicaciones a largo plazo.

Ingerir frutas para el buen funcionamiento del organismo. / ESPECIAL

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