Por Osvaldo Valencia
El asesinato de Meztli Sarabia Reyna, hija de Simitrio, se convirtió en el motor para llamar a la unidad de nueva cuenta a la Unión Popular de Vendedores Ambulantes (UPVA) 28 de Octubre.
El líder moral de la organización, Rubén Sarabia Sánchez, Simitrio, pidió a los agremiados mostrar unidad en estos momentos y se alejó de tintes políticos para solicitar al gobierno del estado dar con los responsables.
“La muerte de mi hija, la muerte de nuestra compañera, la muerte de Meztli, no será en vano (…) Les pedimos a todos y a todas que asumamos el compromiso de reforzar la lucha contra nuestro enemigo: los imperialistas, los grandes capitalistas, terratenientes, caciquiles sirvientes de ellos y el Estado criminal”, dijo el sábado en el Panteón Municipal.
Sarabia Sánchez dio su voto de confianza para que las autoridades estatales encuentren a los responsables de lo acontecido el jueves en las oficinas del mercado Hidalgo, donde cuatro sujetos armados dispararon en dos ocasiones contra Meztli.
“Les concedemos el beneficio de la duda y sólo se los creeremos cuando tengan en la cárcel a los autores intelectuales y materiales de este vil asesinato”, agregó Simitrio.

Rubén Sarabia Sánchez pudo asistir al sepelio y entierro de su hija debido a un permiso especial que le permitió dejar por unas horas el arraigo domiciliario que cumple en su departamento de Villa Frontera.
MUERTE DE MEZTLI REVIVE A LA 28
“¡Meztli vive y vive! ¡La lucha sigue y sigue!” resonó en el Panteón Municipal de Puebla. Al pie del féretro de Meztli Sarabia Reyna, su padre, Rubén Sarabia Sánchez, Simitrio, despidió a su hija, ejecutada el 29 de junio en el corazón del mercado Hidalgo.
Pese a su delicado estado de salud, la voz de Simitrio se oyó revitalizada por la furia, por el rencor, por la impotencia, por el coraje.
El líder moral de la organización reconoció cómo sucedieron los hechos. Supo que el jueves cuatro sujetos embozados entraron a las oficinas centrales de la organización.
Sometieron con armas de grueso calibre a su hija y otros compañeros de la organización. Supo que cuando Meztli confirmó ser su hija le dispararon en el abdomen y en la cabeza.
Que dejaron un mensaje para él, una amenaza de muerte.
Y aunque la pena lo embarga, el líder moral de la 28 de Octubre llamó a los agremiados a mantenerse unidos, a reforzar la lucha contra quien han señalado como su enemigo por muchos años: el Estado.
“¡Justicia para Meztli! ¡Libertad a los presos y procesados políticos! ¡No más represión contra la 28 de Octubre!, ¡Meztli vive, la lucha sigue!”, gritó Simitrio seguido de sus compañeros, como en los tiempos cuando marchaba por las calles de la capital.
