Jesús Morales dijo que es un daño colateral del combate vs huachicoleros; mientras que Carrancá Bourguet mencionó que fue por proteger a una persona que huía del comando
Por Guadalupe Juárez
La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y la Fiscalía General del Estado (FGE) se contradijeron con sus versiones de lo acontecido el domingo pasado en Huehuetlán El Grande.
El titular de la SSP, Jesús Morales Rodríguez, aseguró que el asesinato de ocho personas por el grupo delincuencial liderado por El Cuije en este municipio es un efecto colateral por el combate del robo de hidrocarburos en la entidad, pues tras los operativos los pobladores ya no quieren vender ni comprar gasolina robada.
En palabras del funcionario estatal, el caso de Huehuetlán se derivó después de que los huachicoleros ya no obtenían ingresos por el trasiego del combustible hurtado, por lo que al no tener dinero por el cobro del derecho de piso a El Cuije, los ejecutaron.
“Huehuetlán es un efecto colateral del combate que tenemos del robo de combustible, una de las líneas de investigación es que ya no hay combustible o la gente deja de venderlo por los operativos que montamos, cuando los delincuentes dedicados a eso, exigen su pago, ya no hay, la gente ya no quiere vender”, dijo.

En cambio, el fiscal General del Estado, Víctor Carrancá Bourget aseguró en una entrevista para Milenio Televisión que la razón por la que la familia fue asesinada había sido por proteger a una persona que huía de la banda de El Cuije.
Según Carrancá Bourget, en entrevista con Milenio Televisión, dijo que el hombre que huía se había “hecho de palabras” con los delincuentes en una feria, por lo que después de la discusión intentó huir y se refugió en una casa.
“Él se refugia en el domicilio; van a buscarlo y a los primeros que levantan es a los que le dan refugio”, declaró. Aunque la versión que dio la FGE a través de un comunicado tampoco coincide con la del fiscal.

En el documento otorgado a medios de comunicación, la FGE aseguró que alrededor de las 22:30 horas del sábado, un grupo de 15 sujetos armados, comandados por El Cuije –dedicados a extorsión a comerciantes y a huachicoleros–, irrumpieron en un hogar en la comunidad de Ixtlahuacán, buscando a una persona a quien apodaban El Chino –de quien se desconoce su paradero– para solicitarle el cobro de piso.
Este hecho, explicó, se derivó en una discusión con violencia, por lo que el grupo delictivo realizó varios disparos de arma de fuego que cobraron la vida de dos personas: Evaristo “N”, de 55 años y su hijo Ramiro “N”, de 23 años. Después, los agresores se trasladaron al domicilio de Merced “N”, de 44 años, a quien le cobraron el derecho de piso y privaron de la vida.
