Víctor Díaz Palacios destapa que para el tricolor, la base para conseguir la victoria en 2018 será el apoyo de las alcaldías

Por Mario Galeana 

“Para nosotros, dentro del partido, prácticamente quedan al final dos posibles candidatos para luchar por la gubernatura”, suelta Víctor Díaz Palacios, quien hasta hace unos días era delegado especial del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRI.

Pero se adelanta a la siguiente pregunta: “Permíteme reservarme los nombres para no ofender a algunos. Ya ellos que se acomoden: cuál sí y cuál no”, dice.

Díaz Palacios ha sido tres veces diputado federal por la Sierra Norte de Puebla y, desde hace algunos años, la dirección nacional de su partido lo ha designado delegado especial para siete procesos electorales distintos en el mismo número de estados.

Las 212 alcaldías de Veracruz que se renovaron en junio de 2017 fue el más reciente encargo que el CEN le otorgó.

“En Veracruz se creía que Morena tenía posibilidades de convertirse en primera fuerza. No lo logró y, de hecho, se fue hasta el tercer lugar. ¿Por qué Morena no jaló? Porque todos están esperando que llegue su mesías, Andrés Manuel López Obrador,  los absorba, los cargue de la mano y los lleve al triunfo, sin hacer nada. Eso es precisamente lo que está pasando en Puebla”, asegura.

— ¿Y la desbandada de priistas?, se le pregunta.
— Mira, Morena y su mesías son muy especiales. Puedes haber sido el funcionario más corrupto, pero si te pasas a Morena entras a la puerta del perdón y desaparecen todos tus pecados. Verás a cuántos, priistas y panistas, que estarán con Morena en 2018.

— ¿Cómo ganaría el PRI la elección local?
— Va a ser una elección sustentada en las alcaldías. No tenemos un candidato que tenga el arrastre de votos y la popularidad que tuvo Enrique Peña Nieto. Hoy, quienes van a sustentar las elecciones van a ser los alcaldes en cada uno de los municipios. Esa es la base para obtener los triunfos que vienen.

El PRI y su Asamblea Nacional

Javier Duarte, Roberto Borge, César Duarte, Roberto Sandoval, Rodrigo Medina, todos son hoy, en el ideario colectivo, sinónimo de corrupción y ex gobernadores emanados del tricolor.

Para Díaz Palacios, los procesos penales que se han seguido en contra de todos ellos no han sumido al PRI en su peor momento frente al electorado. Son temas, dice, que seguramente se abordarán en la Asamblea Nacional del partido, proyectada para agosto de este año. Al igual que la composición de gobiernos de coalición.

“Cuando hay resultados con una participación del 31 o el 33%, ¿cómo tienes gobernabilidad? Ese es el tema. Todo eso se discutirá en el seno de la asamblea”, dice.

— ¿Cómo ve el Frente Amplio Democrático entre PRD y PAN?
— Ellos van por el ansia de poder, nada más. Se juntan para coaliciones electorales, nada más. Tienen propuestas tan divergentes y tan contrapuestas, que no hay una congruencia. Por ejemplo, en la propuesta de los matrimonios entre las personas del mismo sexo que tengan la posibilidad de adopción.

— Que, por cierto, esa iniciativa se la frenó el PRI a Peña Nieto…
— Sí, porque el costo político era muy alto. La mayoría de la sociedad no lo quiso. Pero ahí está la prueba de que el gran elector se acabó. ¿Recuerdas que alguien del PRI le haya votado en contra a Salinas? Eso se acabó en 2012. Antes los diputados priistas ni siquiera veíamos el dictamen. Quitarle una coma o un punto a una iniciativa del Presidente era, vaya, impensable.

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