Por Diego Diego
Fotos Ángel Flores / Agencia Es Imagen
Siete meses en el banquillo fueron suficientes para Rafael Puente del Río, quien logró ascender a Lobos de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) a Primera División.
El ex jugador, actor y comentarista de televisión llegó al banquillo universitario en octubre de 2016 para disputar los últimos cinco partidos del Apertura en la Liga de Ascenso MX. Ganó uno, empató dos y perdió el mismo número de juegos.
La directiva de la BUAP decidió ratificarlo para el Clausura 2017. Puente del Río eligió refuerzos como Diego Campos, Emilio Sánchez, Rodrigo Godínez, Héctor Mancilla –quien sería separado del plantel a la mitad del torneo–, y Amaury Escoto, el héroe de la final tras marcar el gol que mandó al conjunto licántropo a la Primera División.
El inicio del torneo fue complicado, los resultados en casa no se lograban, el equipo contaba con una idea de juego, en la cancha el desenlace no era el deseado para el timonel y su conjunto en cada partido y la lucha contra el arbitraje que perjudicaba a Lobos impidieron que consiguiera el pasaporte a la Liga MX.
Pero, ¿cuál fue el secreto en el ascenso de Lobos? La clave –asegura Puente del Río– fue el trabajo constante de sus jugadores, el aprendizaje obtenido después de cada partido y haber mantenido intacto el objetivo de trascender en el futbol mexicano y representar de forma digna a la universidad: “Uno siempre tiene sueños y pelea todos los días por ellos, entra también la fortuna, pero lo único que siempre garanticé es que el equipo iba a representar dignamente a la universidad. Lo que no es negociable es que todos los que integramos este equipo salgamos exhaustos y con la conciencia tranquila de haberlo dejado todo por la camiseta”, sostuvo para el portal deportivo Medio Tiempo.

EL CAMINO AL TRIUNFO
El arranque del Clausura 2017 no fue alentador después de cinco jornadas: La Jauría había acumulado tres derrotas, un empate y una victoria en enero. En su debut venció 2-0 a Murciélagos de Sinaloa, en la jornada dos rescató un empate a un gol con Tampico Madero, después perdió de manera consecutiva tres partidos: Dorados de Sinaloa (1-2), Potros UAEM (1-4) y Coras Tepic (1-2).
La prensa cuestionaba si Puente del Río era el indicado con titulares como Lobos en estado crítico o Lobos, en plena cuesta de enero; sin embargo, el timonel lobezno descartaba sentir presión por el tibio y accidentado arranque del torneo: “Yo no me preocupo de lo que vaya a pasar; yo me ocupo de trabajar día a día, trato de mejorar (como técnico) pues sé que me queda mucho por aprender en esta compleja profesión. A mí me queda hacer que los muchachos levanten la cabeza, inyectarles ánimo para seguir trabajando porque hoy más que nunca soy un convencido de que el trabajo es la única manera de salir de esto”.
El sábado 28 de enero, después de perder su tercer partido consecutivo ante Coras y estar con cuatro puntos y en lugar 15 de la Tabla General del Clausura 2017 de la Liga de Ascenso MX cambió todo. En los siguientes seis partidos lograron cuatro triunfos, empataron y perdieron uno, la primera mitad del torneo quedó en el recuerdo.
Puente del Río transformó a Lobos BUAP, un equipo de media tabla que no había logrado clasificar a liguilla en un par de torneos anteriores ahora terminaba en la posición seis de la Tabla General con 27 puntos producto de ocho victorias, tres empates y seis derrotas; en su haber 30 goles a favor, la mejor ofensiva del torneo y con Diego Jiménez como campeón goleador, pues perforó la red en 10 ocasiones.
Los licántropos se metieron a la fiesta grande. La afición se ilusionó. Seis partidos después la BUAP se coronaba en el Clausura 2017. Iba por el ascenso a la Liga MX. El trabajo de Rafa Puente y la confianza hacia él rendían los frutos deseados.
“Están en una instancia donde seguramente ni la directiva, ni los aficionados, ni el plantel, ni un servidor pensábamos que podía llegar, pero ha llegado respaldado por su trabajo y por la propia directiva, con la seriedad y el compromiso que lo ha caracterizado siempre. Con todo merecimiento está en esta instancia”, fueron las palabras del padre del Puente del Río, ex portero y comentarista, cuando su hijo consiguió el título del Clausura.
IMPARABLE LA LOBOMANÍA
Llegó el 20 de mayo, cuando el sueño se hizo realidad. Lágrimas de felicidad inundaron la cara de Rafael Puente Suárez, quien se enfundó en un abrazo con Rafael Puente del Río, su hijo, cuando el ascenso a Primera División se consumó en el estadio Banorte de Culiacán frente a Dorados de Sinaloa.
La Lobomanía comenzó. No había más dudas de la prensa. Las primeras planas y televisoras dedicaron un espacio para la foto del recién ascendido Lobos BUAP. Los elogios para el técnico no se hicieron esperar.
Ahora el reto para los universitarios será mantenerse en la Liga MX. “No hay más, a trabajar duro. Hoy festejo y mañana empiezo a trabajar, porque yo ahí me quedo y de ahí no me regresan", sentenció después de lograr el campeonato.
En la pretemporada el conjunto licántropo disputó siete partidos, donde consiguió dos victorias, ahora el verdadero camino en Primera División comienza. La primera prueba será Santos Laguna en el estadio Universitario de la BUAP, La Jauría sostendrá su debut en Liga MX en casa, con su gente, donde el principal objetivo será conseguir la permanencia y permear entre los recién llegados la filosofía del plantel.
“Debemos de generar (entre los recién llegados) los hábitos que nos distinguieron en el Ascenso. En la medida que seamos capaces de lograr la misma sinergia, armonía y eso de homologar al grupo nuestras opciones de trascender en Primera se potenciarán”, traza Rafa Puente como su ruta.
