Por Denisse Meza
Se estima que el costo que tiene la corrupción oscila en 2 o 4% del Producto Interno Bruto (PIB) anual en México, lo cual representa una cantidad considerable de pérdida de dinero para el país, señalaron académicos del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM).
Daniel Tapia Quintana, catedrático de la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno de la institución, indicó que la corrupción no sólo repercute en la imagen del país, también en el tema de gobernabilidad y Estado de Derec2ho, tres pilares fundamentales que tiene cualquier estado para generar algún tipo de credibilidad.
La corrupción es un tema que no sólo engloba a los gobiernos o partidos políticos, también a los habitantes, por lo cual los académicos refieren que es necesario formar ciudadanos activos que exijan una clara rendición de cuentas.
De acuerdo con un estudio de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) el país pasó de tener 35 puntos en el Índice de Percepción de la Corrupción en 2015; a 30 en 2016.
“Esto supuso una caída de 28 posiciones pasando del lugar 95 al 123 de los 176 países analizados. La caída sucedió justo en los años en que se concretó el Sistema Nacional Anticorrupción”, refirió el documento.
El Edomex y la Ciudad de México, junto con Morelos y Oaxaca son las entidades con una mayor percepción de corrupción; Zacatecas, Tamaulipas y Nuevo León con menor.
En Puebla el Congreso aprobó la creación del Tribunal de Justicia Administrativa para dirimir controversias e imponer sanciones a los servidores públicos que se vean envueltos en responsabilidades administrativas graves, lo cual para los especialistas es un buen avance, pues ya se cuenta con las bases, sólo se debe implementar.
“No se le debe echar la culpa al estado mexicano pues los ciudadanos, académicos, medios de comunicación y empresarios, todos somos responsables de que no haya los resultados que queremos en materia de corrupción”, explicó Tapia Quintana.

