Volkswagen hizo su lanzamiento más importante en el año para el mercado mexicano. Convirtió un vehículo destinado a un grupo selecto de seguidores de la marca en su primera generación a uno renovado y que busca ser uno de los más vendidos dentro del codiciado grupo de SUVs. El Tiguan 2018 sale de la fábrica en Puebla con una nueva e interesante segunda generación.

Para su presentación la marca de Wolfsburg escogió el imponente Parque Fundidora en Monterrey, Nuevo León. Lugar que va acorde con la fuerza exterior que adquirió el Tiguan 2018. Bajo las nuevas líneas de los vehículos alemanes, el SUV compacto dejó atrás las formas redondeadas y dio paso a la estética horizontal y con líneas más marcadas que junto a los 20 centímetros que creció –mismos que se añadieron a la distancia entre ejes– lo hacen ver casi como una SUV mediana.

Este nuevo aspecto robustecido se refuerza con las calaveras de LED en forma de L y trazos angulados, además de unos faros en full LED, que para mala noticia estarán disponibles únicamente en la versión Highline, tope de gama; para las demás variantes que estarán disponibles para México –Trendline, Trendline Plus y Comfortline– habrá luces de halógeno.

Otro aspecto que se guarda únicamente para la versión tope de gama es el motor 2.0 litros turbocargado que entrega 180 caballos de fuerza, acoplado a una transmisión DSG de siete velocidades; además de incluir tracción integral 4Motion.

Sin embargo, el bloque 1.4 litros Turbo, disponible en las tres versiones restantes, de 150 hp –menores a la primera generación– con torque de 180 libras-pie –mayor al modelo saliente– y con caja DSG de seis cambios, es más que suficiente para la conducción en ciudad, donde logrará transportar cómoda y confortablemente a las familias.

Durante el primer contacto por la carretera de Monterrey a Monclova, tuvimos la oportunidad de manejar la versión Comfortline, que desde nuestro punto de vista es la mejor opción, ya que equilibra un buen desempeño con las características necesarias para que los viajes en el Tiguan sean lo más cómodos.

Esta variante con el motor 1.4 L incluye la modalidad de conducción Sport que brinda una respuesta inmediata al momento de pisar el pedal del acelerador y que desde bajas revoluciones entrega la totalidad del torque, para una respuesta que, junto a las paletas de cambios al volante, libera la adrenalina del conductor y una sensación totalmente deportiva.

La conducción es de lo más confortable y uno de los puntos a destacar en el nuevo Tiguan, durante las largas rectas de las carreteras en Coahuila, es su andar suave; aunque, como lo mencionamos en el párrafo anterior, las sensaciones deportivas y reacción ágil no se quedan atrás cuando tratamos de rebasar o alcanzar velocidades más altas, donde la estabilidad no pierde protagonismo, la dirección asistida hace un buen trabajo y obedece a los movimientos del volante.

La insonorización es uno de los aspectos que mejoraron, por más que buscamos algún grillo en los momentos cuando el terreno no era el más parejo, el Tiguan permaneció en total silencio. Los ruidos exteriores de igual forma se mantienen aislados y a las máximas velocidades permitidas en las autopistas de México el aire sigue sin afectar el habitáculo del SUV.

Además de la conducción, el equipamiento es un punto que cumple y satisface todas las necesidades, aunque no va más allá de esto. No incluye el techo panorámico con quemacocos como la versión con el motor 2.0L, que podría catalogarse como un lujo; la piel en asientos y el recubrimiento de alfombra en las puertas son elementos que deja únicamente para le versión Highline, y en su momento para la R-Line que llegará en 2018; tampoco incluye el aire acondicionado climatronic de tres zonas, que podría ser uno de los aspectos a reclamarle a Volkswagen, ya que rivales fuertes del segmento, por un precio similar, ya incluyen esta opción.

Pero, no hablemos de lo que no tiene, sino de lo que sí encontraremos en esta variante. Para empezar una gran pantalla táctil de ocho pulgadas a color, que es muy amigable para el usuario y que cuenta con el sistema App Connect para enlazar smartphones a través de Apple CarPlay o Android Auto.

También incluye cámara de visión trasera con líneas dinámicas, sensores de proximidad delanteros y posteriores para la asistencia de aparcamiento. Otros sensores que añade son los de lluvia, oscurecimiento automático de espejos, el encendido Push Start y el acceso Keyless, estos dos disponibles desde la variante Trendline Plus.

La seguridad es de los rubros más importantes para Volkswagen, por lo que el nuevo Tiguan en todas sus versiones incluye seis bolsas de aire, con sistema ABS, Control de Tracción, Control Electrónico de Estabilidad, frenos de disco ventilados y sensor de punto ciego.

En términos generales, Volkswagen hizo un gran trabajo con la segunda generación del Tiguan que con la ganancia en amplitud y la posibilidad de una tercera fila de asientos se adapta a las exigencias del mercado. Y si en algún punto podríamos reclamar algo, podría ser que el Digital Cockpit se destinó para mercados fuera de México.

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