Por Osvaldo Valencia
El negocio de la venta de combustible se ha vuelto una inversión de alto riesgo, ya que –dependiendo de la zona– para invertir en él se requieren hasta 20 millones de pesos, sin la certeza de recuperar lo invertido.
Por ejemplo, para que una estación se mantenga estable tiene que vender a diario entre 20 y 25 mil litros de combustible, situación que no sucedía con las gasolineras del triángulo rojo, las cuales comercializaban tres mil litros al día, explicó Luz María Jiménez Almazán, presidenta de Gasolineros Unidos de Puebla y Tlaxcala (GUEPT).
“Veinte mil litros diarios es un punto de equilibrio, ya hay utilidades y se cubren los gastos, pero obviamente para una inversión tan grande se necesita tener ingresos superiores, si no nunca va a recuperar su inversión”, aseguró Jiménez Almazán.
Para abrir una franquicia de Petróleos Mexicanos (Pemex), cualquier persona que quiera aventurarse en este negocio debe pagar una cuota única de 471 mil 900 pesos por incorporación, además de conseguir los permisos de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales.
Otro gasto a considerar es el precio del predio donde se instalará la estación, el cual cuesta de 83 mil 200 pesos a 497 mil 800, de acuerdo con lo que establece la guía para el llenado de la solicitud y documentación requerida en la incorporación a la Franquicia para Estaciones de Servicio.
Los costos anteriores, detalló Jiménez Almazán, no incluyen gastos por la compra de los expendedores, bombas y demás equipo, el cual es importado, así como el costo del reabastecimiento del lugar. La suma de los costos puede oscilar entre cuatro y 20 millones de pesos.

Pemex abandona a quienes incursionan en el negocio
La presidenta de GUEPT refirió que uno de los problemas que hay en el negocio es la poca capacitación e información difusa que brinda la empresa petrolera .
“No sabe (el empresario) cuánto va a invertir y prácticamente no te dan nada, ni capacitación ni información elemental y para colmo te engañan porque te hacen creer que vas a ganar una millonada”, señala.
Esta situación se reflejó en el corredor huachicolero, donde la venta de las estaciones se redujo a tres mil litros diarios, lo que provocó el cierre de algunas estaciones.
Otras gasolineras, para no caer en la compra de hidrocarburo robado, optaron por recortar gastos.
“El que entra en este delito no es por desesperación, de que su negocio no vende, eso es absurdo (…) Los que son susceptibles de esta tentación es porque son corruptos, saben que son protegidos o definitivamente no tienen ningún respeto por las leyes”, opinó.
