Encrucijada
Por: Luis Antonio Godina / [email protected]
Es muy común encontrar, en estos tiempos, a quienes a través de discursos y posiciones demagógicas buscan simpatías electorales, subir en las encuestas o posicionarse ante los ciudadanos.
Lo difícil es encontrar a alguien que, con el respaldo de su partido, plantee ofertas serias, documentadas, objetivas, atractivas, a los ciudadanos, y los convoque a una revolución transformadora.
Por eso, el PRI, en el documento de Visión de Futuro de su Asamblea Nacional plantearon “el signo de los tiempos y la paradoja, es que estamos en un mundo más interconectado y con mayor acceso a la información, pero más desigual. Hay muestras evidentes de agotamiento en los modelos de desarrollo de muchos países. Se registra un bajo desempeño económico en naciones que antes destacaban a nivel mundial, y los impactos en el cambio climático son muy intensos y amenazan con tornarse irreversibles afectando la economía, la salud y el bienestar social”.
Y agrega: “en muchas latitudes la inestabilidad política, la pobreza, los regímenes con un nacionalismo cerrado o populismos autoritarios limitan el ejercicio pleno de los derechos y libertades de la población”.
Frente a los escenarios de incertidumbre internos y externos, añade, “el PRI plantea su visión con una orientación estratégica que pone en el centro a la ciudadanía, como fuerza actora y destinataria de la revolución transformadora”.
Lo que el PRI construye ahora es el andamiaje del futuro, son los caminos que deberemos transitar para tener un mejor país y, con ello, un mejor estado.
Pero los poblanos podemos adelantarnos y empezar, desde ahora, a elaborar una propuesta seria, responsable, informada, para el estado que queremos.
Ahora, todo aquel que nos diga que puede resolver los problemas de México y Puebla sin ayuda e intervención de los ciudadanos, está engañándonos.
Estos son los tiempos de construir grandes alianzas con los ciudadanos, con todos aquellos que tienen algo qué decir, con quienes una y otra vez nos han mostrado sus argumentos y han sido ignorados.
Hoy, todas las propuestas deben ser analizadas, y los perfiles de quienes las plantean deben ser escudriñados porque veremos, en el corto plazo, a muchos que nos ofrecen soluciones mágicas a los problemas.
Habrá que distinguir trayectorias de oportunismo, preparación de burocracia, consistencia de discurso.
Lo cierto es que debemos trabajar todos para comenzar a tejer el futuro que merecemos.
Vayamos, pues, a construirlo.
