Por Denisse Meza
México es el país con más impunidad en toda América Latina, pues tiene en promedio 4.2 jueces por cada 100 mil habitantes, cuando el resto de los países tiene al menos 16.23, de acuerdo con el Índice Global de Impunidad (IGI), presentado este lunes.
En tanto, Puebla tiene tres veces menos que el promedio nacional, pues en la entidad sólo hay 1.5 jueces por cada 100 mil habitantes.
Tras presentar el IGI, el rector de la Universidad de las Américas Puebla (Udlap), Luis Ernesto Derbez, dio a conocer que en impunidad, el país se encuentra por arriba de Venezuela, Colombia o Nicaragua, por lo cual obtuvo el primer lugar en el continente americano, de los 69 países integrantes de la ONU, y el cuarto a nivel mundial.
El rector señaló que la impunidad se basa en cuestiones estructurales con eje en tres dimensiones: seguridad, derechos humanos y justicia, por lo cual es necesario invertir en una mayor capacitación del personal, pues hay suficientes policías: 35.9 por cada 100 mil habitantes.
Debido a ello, Derbez Bautista indicó que “si le subimos el sueldo a los policías a 25 mil pesos mensuales será un trabajo con dignidad”.
En cuanto al Nuevo Sistema de Justicia Penal Acusatorio (NSJPA), refirió que funciona pero no tiene la inversión necesaria en capacitación de policías, esenciales para el NSJPA.
Atraso en aplicación de justicia en la entidad
Estados con rezago como Puebla, en su sistema de seguridad tienen en las procuradurías de Justicia personal 39.3 integrantes por cada 100 mil habitantes.
Además, también hay un atraso en infraestructura y personal para la procuración de justicia, como en Agencias del Ministerio Público, el estado tiene 17 por cada 100 mil habitantes, mientras que por cada mil delitos que registraron las procuradurías y fiscalías sólo hay tres agentes ministeriales para investigarlos.
A nivel nacional, Derbez Bautista recalcó que 43% de los enjuiciados espera aún que resuelvan su caso sin tener una sentencia, aunque dentro de la cárcel, por lo cual la impunidad tiene efectos en fenómenos como desigualdad, corrupción y violencia.
