El rector Alfonso Esparza tomó la emblemática Ciudad Universitaria para comenzar su promoción hacia otro cuatrienio al frente de la BUAP
Por Osvaldo Valencia
Una marea de bigotes y globos azules y naranjas inunda la Facultad de Contaduría Pública de la BUAP.
Frente a ella se para un Alfonso Esparza Ortiz con una sonrisa tímida.
Intenta iniciar su discurso –como lo hizo hace cuatro años– pero la batucada de la orquesta y el grito de “Esparza, Esparza, Esparza”, lo sobrepasan.
Alfonso Esparza Ortiz inicia su discurso desde la facultad que lo vio crecer como estudiante, docente y rector, pero que lo quiere ver de nuevo como dirigente de la BUAP.
Intenta continuar con el discurso pero el cántico de “Reelección, reelección, reelección” le arranca una sonrisa nerviosa.
Quiere continuar como rector de la máxima casa de estudios de Puebla. Y los alumnos lo quieren a él.
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Su rostro denota cansancio; tose, toma aire, se limpia el sudor de la frente con un pañuelo, lo vuelve a guardar y se mantiene firme.
Algunos dirán que es resfriado, otros, nerviosismo, pues está frente a los estudiantes de la Facultad de Economía, “de los más críticos en la universidad” –dice el mismo Esparza–.
Ahí, frente al auditorio de la unidad académica, un alumno le lanza una batería de peticiones. Más laboratorios, áreas verdes, restauración de aulas, una mejor red de conexión a internet. Mejores académicos.
Al fondo, un grupo comienza a alzar la voz para interrumpir las observaciones de la comunidad hacia el rector, pero su intento es ahogado por un coro de “Esparza, Esparza, Esparza”.
Su apoyo le da fuerzas; les promete su apoyo y respeto a su pensamiento crítico.
“En Finanzas necesitamos mejores perfiles, mejores herramientas y programas”, reconoce Esparza Ortiz, quien se gana el apoyo del alumnado.
Del más aguerrido de la BUAP.
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Alfonso Esparza se mueve en las facultades como un docente más. También entre los alumnos.
Los de Economía lo buscan para una foto, los de Finanzas lo buscan para una foto, los de Comercio también, los de Derecho quieren la selfie y los de Relaciones Internacionales ¿qué quieren? Una fotografía.
Se detiene por unos minutos en una mesa de ping-pong, saluda a un chico que juega en ella.
Lo reta a una partida.
Se enfrascan unos minutos en un duelo. Raqueta contra raqueta. En algunos momentos domina el rector Esparza, en otros el alumno de Economía.
Al final nadie conoce el marcador, pero Alfonso Esparza sale ganador ante la comunidad. Su contrincante sólo alcanza a decir: “¡No manches, estaba bien nervioso!”.
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Si preguntan a los estudiantes de Derecho por qué reconocen al rector hablarán de las Lobobicis.
Y si lo hacen al alumnado de Criminología, dirán que por la Arena BUAP.
Estudiantes de Relaciones Internacionales dirán que en su gestión Lobos BUAP subió a la Primera División del futbol mexicano.
Los de Ciencias Sociales contestarán que con él hubo más edificios.
Y así con cualquier alumno, quien mencionará algún compromiso que Alfonso Esparza Ortiz cumplió en los cuatro años que dirigió
la universidad.
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Desde la plaza de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales el mensaje más contundente para los demás contendientes por la Rectoría no lo da Esparza Ortiz, lo enuncia la comunidad universitaria.
“Cuando les digo que no estamos para improvisar lo hago con todo el respeto porque posiblemente y seguramente los demás aspirantes tendrán buenas intenciones, pero las buenas intenciones no bastan, necesitamos apostar por estos resultados, los cuales son visibles”, afirma un alumno de Derecho ante el candidato de la comunidad universitaria en este proceso.