La Entrega
Por Adrián Ruíz / [email protected]
Los políticos siempre juegan a ganar. La baraja con cartas marcadas es ventaja garantizada. Apuestan los ases al engaño del pueblo.
Como muestra hay toda variedad de botones. Por lo menos los existentes en la mercería de la política poblana.
La semana pasada Fernando Manzanilla Prieto, ahora con la bandera del partido Morena, tuvo un “resbalón” de declaraciones en la rueda de prensa ofrecida a los medios de comunicación, el cual tuvo que ser “reparado”.
Ante la “metida de pata”, salió en su defensa un integrante del actual gobierno de Puebla. Como compañeros en la función pública del sexenio pasado, este personaje habló a las direcciones de los medios informativos para pedir que no se publicara lo que había dicho Manzanilla Prieto.
Como es la costumbre entre los políticos se lavaron las manos para culpar a los reporteros. La excusa infantil y, sobre todo tonta, es que los comunicadores interpretaron mal las declaraciones de Manzanilla Prieto.
En algunas direcciones cambiaron el contexto de la nota por la intervención del funcionario de la actual administración. Otros con los que la relación sigue “raspada” ningún caso hicieron a la petición.
La irrefutable defensa de los reporteros es la grabación que hicieron y en la que basaron la información.
Antes de hacer declaraciones Fernando Manzanilla y el resto de los políticos deberían pensar los temas y después hablar. Los reporteros son los menos culpables de las fallas que tienen.
Y si como humanos fallan, lo más loable es aceptarlo y no recurrir a la exhibición de quienes los apoyan en la difusión de sus actividades.
Al final, como en este caso, quienes resultan exhibidos son ellos. Al mismo tiempo desnudan la complicidad que existió, existe y existirá siempre a pesar de las fingidas diferencias que pretenden hacer creer.
Los ingenuos son los políticos, quienes viven y se encierran en sus propias mentiras. Todo gira según sus conveniencias e intereses. El doble juego ha pasado a mejor vida.
REPORTE DEL INFORMANTE
Flaco favor.
Lo mejor para Enrique Doger Guerrero sería callar sobre el apoyo que le brinda Mario Plutarco Marín Torres para buscar la designación a la gubernatura por el PRI. A menos que quiera cargar en sus hombros el desprestigio a nivel nacional, del cual merecidamente se ganó el góber precioso.
Total rechazo sienten los poblanos por el góber precioso, como para que Doger Guerrero acepte su ayuda. El delegado del IMSS con ese apoyo perderá más de lo que podría ganar si lo excluye de sus aspiraciones.
