Las Serpientes
Por Ricardo Morales Sánchez / @riva_leo
De verdad que Dios nos ha visto con ojos de misericordia a los poblanos y mexicanos.
A pesar de que la naturaleza, durante muchos años, nos ha advertido de los riesgos que tenemos que enfrentar, se ha hecho muy poco en materia de Protección Civil en el estado.
La ley que regula este tema data de 2013 y significó un avance, lo cual había sido hasta el momento el actuar de las autoridades en la materia. La última actualización, por cierto, de este documento se llevó a cabo en 2015.
Quienes están encargados del área, que supuestamente deberían velar por la seguridad de los poblanos en caso de alguna contingencia natural o humana, son improvisados.
Desde los tiempos en que El Profe Guillermo Melgarejo Palafox se hacía cargo de la dirección de Protección Civil, Puebla traía un déficit en el tema.
El violento despertar del Popocatépetl, un 22 de diciembre de 1994, alertó a los poblanos de los peligros latentes a los cuales nos enfrentábamos, por estar situados dentro del eje volcánico transversal.
Es decir, ni el sismo sufrido en 1985 fue capaz de alertarnos del peligro. Sólo el Popo hizo que las cosas, más o menos, se tomarán en serio.
Alejandro Rivera, investigador de la BUAP y quien llevaba años estudiando al coloso, fue el primero en hablar de los riesgos de la actividad del volcán que vigila el Valle de Puebla, pero fue “grillado” por Aurelio Fernández, director de la Jornada de Oriente y “trabajador” (cobra) de la BUAP, otro improvisado en el tema. Está de más decir que Rivera fue desplazado del asunto.
Ramón Peña Melche (QEPD), sociólogo de profesión, fue traído para subsanar el asunto y elaborar un plan de contingencia, en caso de cualquier eventualidad en la zona del volcán, que trabajó con las poblaciones cercanas al coloso.
Se establecieron rutas de evacuación, se hizo un manual de procedimiento y comenzó el seguimiento, aunque luego todo se olvidó.
Melquiades Morales Flores, pese a las contingencias, mantuvo al Profe Melgarejo en su cargo, debido a que había sido su maestro en los años mozos del oriundo de Santa Catarina los Reyes, junta auxiliar de Esperanza.
Los años pasaron y el tema se mantuvo en el olvido pese a las tragedias registradas, fue cuando El Profe tomó la Coordinación de Protección Civil, y el ex gobernador Rafael Moreno Valle Rosas, en ese entonces secretario de Finanzas y Desarrollo Social, pudo proyectarse gracias a las contingencias. Gran parte de la reconstrucción de Puebla y los municipios afectados por el sismo y las lluvias pasó por sus manos.
Con Mario Marín Torres, el cargo lo desempeñó su hombre de confianza, Miguel Ángel Martínez, quien había estado con el oriundo de Nativitas Cuautempan, cuando éste se desempeñó como presidente municipal de Puebla.
Martínez fue otro perfecto desconocido y un auténtico bueno para nada, aunque tuvieron la suerte de que Puebla no viviera ninguna contingencia natural, aunque sí política y de consecuencias terribles (Lydiagate). Nada se hizo durante ese sexenio en la materia, salvo extorsionar y permitir todo tipo de violaciones y edificaciones, sin cumplir con las normas mínimas de seguridad en antros, discotecas y lugares públicos.
Con Rafael Moreno Valle como gobernador arribó al cargo Jesús Morales Rodríguez, hoy ex secretario de Seguridad Pública.
