Las Serpientes
Por Ricardo Morales Sánchez /@riva_leo
Nadie puede acusar al gobernador Tony Gali de no preocuparse y ocuparse por el grave tema de la inseguridad que azota a Puebla, el tema es que a pesar de todos sus esfuerzos, la situación luce complicada.
Por un lado se recrudece el robo de combustible, el huachicoleo, donde se han concentrado todas las fuerzas del estado para mantener a raya al crimen organizado, pero siguen libres El Toñín y El Bukanas, dos de los líderes más peligrosos en Puebla.
Por otro, la muerte de mujeres sigue imparable, por lo cual las organizaciones de la sociedad civil exigen la Alerta de Género, misma que ya fue solicitada por la Comisión Derechos Humanos del estado a la Secretaría de Gobernación federal para que sea esta instancia quien la emita.
A ello se suman los robos con violencia que la semana pasada cobraron la vida de dos personas, una ejecutada al sur de la ciudad y otra, una estudiante de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.
Poco a poco las cosas se degradaron en el estado, el cual comenzó a perder el estatus de “ciudad segura”.
En el tema del robo de combustible la lucha sin cuartel sigue y en el triángulo rojo se tiene a raya a las organizaciones criminales que bajaron el nivel de su actividad tras la aparición y movimiento del Ejército Mexicano en la zona.
En el tema de los asesinatos y desapariciones de mujeres, se han aplicado diversas estrategias, pero hasta el momento ninguna ha funcionado.
La escalada de violencia preocupa mucho a las autoridades, las cuales terminaron por aceptar que se ponga en marcha la Alerta de Género para Puebla.
Ojalá esta medida logre contener el número de desapariciones de mujeres, mismo que es preocupante y mantiene a la sociedad muy molesta, sobre todo tras la desaparición y muerte de la estudiante de la UPAEP, Mara Fernanda Castilla Miranda.
La ola de robos también tiene muy molesta a la sociedad, la cual no da crédito a las ejecuciones vistas la semana pasada a plena luz del día, tal y como ocurría en Colombia en los años 90.
Reitero, no es un tema de desinterés por parte de las autoridades, sin duda le han puesto todo el empeño del mundo para tratar de dar respuesta a las exigencia de la sociedad, el problema es que están, en cierto punto, rebasadas por este asunto que ya es nacional.
Puebla capital es el epicentro de la molestia ciudadana, porque si de algo se presumía en la ciudad de los Ángeles es que se vivía con seguridad a diferencia de otras, sobre todo del norte del país, donde la anarquía y las ejecuciones estaban a la orden del día.
Si bien es cierto que en redes sociales muchas veces se exagera o se sobredimensiona lo que ocurre en la entidad, también es que las cosas se han complicado y se observa de nueva cuenta un repunte en el índice delictivo y lo más preocupante, en el modus operandi de las organizaciones criminales, las cuales se han vuelto más sangrientas.
El tema también pasa por la recomposición del tejido social y la apertura de nuevas fuentes de empleo, donde como lo dije al inicio de esta columna, nadie le puede reprochar nada a la actual administración, la cual se ha esforzado por atacar estos problemas, pese a las adversas condiciones económicas.
Sin lugar a dudas, la inseguridad será un tema de campaña rumbo a 2018.
EL ACTIVISMO DE MELQUIADES
Para reforzar lo presentado en este espacio el día de ayer, el ex gobernador y embajador de México en Costa Rica, Melquiades Morales, estará esta misma semana en Puebla.
Además de presidir el cambio de estafeta dentro de la Fundación BUAP, encabezará la puesta en marcha en la Universidad Anáhuac de una cátedra que llevará su nombre dentro de esta casa de estudios.
Pero lo más importante ocurrirá el sábado 7 de octubre, cuando en casa de su amigo, el empresario Rafael Moreno Valle Sánchez, se lleve a cabo una comida que congregará a los camaradas del ex mandatario, los cuales están dispuestos a seguir y apoyar a Morales Flores en la nueva lucha que decida emprender.