Por Mario Galeana
Aunque sus conductores se han visto implicados en al menos 10 robos cometidos en Puebla e incluso un asesinato, Uber regatea las medidas de seguridad que aplicará para fortalecer los mecanismos de contratación de choferes.
El director general de la empresa en México, Federico Ranero, anunció que la transnacional sólo analiza la instalación de botones de pánico, un chat interno entre conductores o la posibilidad de que el usuario comparta a cinco de sus familiares la duración y el trayecto de su viaje.
En conferencia de prensa ofrecida en la Ciudad de México, el ejecutivo evitó precisar si se fichará de alguna forma a los conductores que no aprobaron los exámenes de confianza o que, siendo trabajadores de Uber, estuvieron involucrados en algún delito.
Informó que al menos nueve mil socios han sido desactivados por incumplir los lineamientos de seguridad de la empresa sólo en lo que va del año, sin embargo, omitió precisar cuántos de ellos operaban en la zona metropolitana de Puebla.
Ranero indicó que el asesinato de Mariana Fuentes, en el cual se vio implicado uno de sus conductores: “Nos está ayudando a nosotros a aprender a implementar nuevas medidas y hacer nuevas estrategias para tratar de dar solución y certeza a todas las personas que puedan llegar a tener cualquier tipo de incidente dentro de la plataforma de Uber”.
Subrayó que la participación del conductor durante el homicidio se dio fuera de la aplicación, es decir, mientras no se realizaba viaje alguno. Y, en ese sentido, aclaró que cualquier medida de seguridad que aplique Uber en los próximos meses sólo funcionará cuando los conductores y los usuarios se encuentren en línea.
El director general de la empresa en México anunció que, a partir del 2 de octubre, cada usuario tiene un seguro que cubrirá gastos médicos en caso de que se presente un altercado durante su viaje.
Refirió que la contratación del seguro, que aplicará en las 35 ciudades donde Uber tiene operaciones, no generará costos adicionales “por ahora”.