La dirigencia nacional del partido citó ayer a los aspirantes para informarles el resultado de la encuesta que determinó la designación
Por Mario Galeana
El senador Miguel Barbosa Huerta será candidato al gobierno de Puebla por Morena en 2018, pues la tarde de ayer fue nombrado coordinador de organización del partido en el estado.
La dirigencia nacional de Morena, liderada por Andrés Manuel López Obrador, citó la tarde de ayer a los aspirantes a la coordinación de organización para informarles sobre el resultado de la encuesta que determinó la designación.
Luego, el mismo López Obrador tomó el teléfono para avisar a varios líderes morenistas en el estado que el próximo coordinador sería el vicecoordinador de la bancada PT-Morena en el Senado.
“Andrés Manuel sólo llamó a unas personas. Hay que esperar el comunicado oficial para dar un posicionamiento, pero nosotros reiteramos que Morena no debe perder la unidad para ganar en 2018”, confirmó Abraham Quiroz Palacios, ex candidato al gobierno del estado en 2016.
El académico Enrique Cárdenas Sánchez y el diputado federal Alejandro Armenta Mier eran los rivales más fuertes para Barbosa Huerta en la puja por la coordinacion, la cual sería la antesala para ser designado candidato a la gubernatura en 2018. De hecho, cuando el senador supo que el ex rector de la Universidad de las Américas (Udlap) había sido invitado al partido por López Obrador, se retiró de la contienda en pos de la “unidad” de Morena, declaró él mismo.
Pero dos meses más tarde, el ex perredista retomó sus aspiraciones y se dijo “el mejor posicionado” dentro de Morena. “Cuando se conozca el resultado de la encuesta, voy a ganar”, declaró, confiado, el 9 de octubre.

En la fotografía que acompañó el anuncio de la postulación de Barbosa Huerta, sólo se encontraban tres de los aspirantes: Marco Alonso Aco Cortés y Rodrigo Abdala Dartigues (elegidos por el Consejo Estatal) y el académico Enrique Cárdenas Sánchez.
También estaban la secretaria General de Morena, Yeidckol Po-levnsky; el dirigente estatal Gabriel Biestro Medinilla y el presidente del Consejo Estatal, Saúl Papaqui.
Una ausencia: la de Alejandro Armenta Mier. Aunque ayer mismo, por la noche, dio su reconocimiento a Barbosa Huerta y ratificó su “compromiso con @lopezobrador_ y la causa”, según su cuenta de Twitter.

Paola Migoya, apuesta de Barbosa
Miguel Barbosa Huerta también impulsa la candidatura al Ayuntamiento de Puebla de la académica Paola Migoya Velázquez, con quien trabajó en el Instituto “Belisario Domínguez” (IBD).
Desde hace unas semanas, la mujer ha iniciado su promoción personal a través de la organización social Unidos por Puebla, desde donde exige que se emita la Alerta de Violencia de Género contra la Mujer (AVGM) para el estado.
Al anunciar que retomaba sus aspiraciones por Casa Puebla, Barbosa Huerta reconoció que el candidato al gobierno debería elegir a los otros aspirantes a los cargos de elección.
“El candidato no puede estar acompañado de otros candidatos pequeños. Deberá tener un margen para mejorar las candidaturas”, dijo.
El operador de la Sierra Negra
En julio, el Consejo Político Nacional de Morena designó a Barbosa Huerta como delegado especial del partido en la Sierra Negra del estado, la región de la que salió 20 años atrás para colarse en la cúpula de la política en México.
Su historia es así: llegó al PRD desde 1993 por invitación de Jorge Méndez Spíndola, representante de la corriente Izquierda Democrática Nacional (IDN). Se hizo líder del partido en el estado cuatro años más tarde y, aprovechando la ausencia de Méndez Spíndola, conjuró con la tribu Nueva Izquierda arrebatándole el dominio de la estructura partidista.
De la mano de Nueva Izquierda, Barbosa Huerta alcanzó la cima del poder político. Fue líder nacional de esta corriente, diputado federal, senador y, en 2013, le fue amputada una pierna a causa de la diabetes que padece.
Nada impidió que en los primeros días de 2014 regresara al Senado de la República para ocupar la Mesa Directiva y, entonces, decidió romper su alianza con Nueva Izquierda.
Así creó al Frente Izquierda Progresista (FIP), la corriente con la que se apoderó del PRD en Puebla por dos décadas. Y, antes de que perdiera su poderío, brincó a las huestes lopezobradoristas.
