Millennials
Por: Estefanía Ruanova / @AnnRuanova
Buenos días mis queridos amigos lectores, siempre y primero que nada agradezco a Dios por una semana más, una nueva mañana, una nueva columna y por un mes más que llega a nuestras vidas para poder obtener una nueva oportunidad para hacer y crear.
Esta columna personalmente es una de mis favoritas, ya que les comentaré y enlistaré una serie de situaciones que a todos nosotros los millennials nos incomoda pasar.
Tener un ámbito laboral y/o personal con círculos tóxicos, realmente está fuera de nuestros estándares y de nuestros pensamientos, encontrar, tener o rodearnos de situaciones tóxicas, no solo nos dañan de manera personal, sino que todo esto al paso del tiempo se refleja en diversas situaciones, ya sea en nuestro desempeño profesional o en la convivencia con nuestros compañeros; por lo que este tipo de circunstancias realmente las evadimos de gran manera.
Encontrar un trabajo para nosotros hoy en día donde valoren a cada una de las piezas que complementen ese gran rompecabezas es realmente un gran reto, todos nosotros salimos de la universidad con ideas innovadoras, sueños, empatía y compañerismo al tope y ganas de aprender de los más grandes y de las figuras emblemáticas que han hecho de nuestra profesión un nuevo reto, sin embargo toparnos con empresas que no permitan esa empatía en el trabajo, es para nosotros un golpe realmente fuerte; todo esto nos lleva a preguntarnos ¿Porque existe gente tóxica en nuestro alrededor? ¿Cómo podemos evitar ese tipo de personas? ¿Cómo salir de esos círculos? ¿Qué tipo de situaciones nos lleva a darnos cuenta que ya estamos involucrados en uno de ellos?
Hace unos meses me encontraba en un momento realmente difícil en mi vida, quería salir corriendo de mi trabajo, gritar a los cuatro vientos que no era lo que esperaba, que las promesas realizadas al inicio jamás se llevaron a cabo y que solo mantenía ese momento por mero “confort” pero, ¿Acaso quería seguir así? ¿Este camino era el correcto para conseguir mis metas y sueños? ¿Acaso era un escalón que no veía? Realmente no lo sabía, pero como iba a saberlo, si no intentaba algo nuevo, fue entonces cuando empecé a buscar nuevas oportunidades para conseguir mis sueños y alcanzar mis metas, sabía que no sería fácil, pero salir de ese círculo era necesario para liberarme y conseguir mis ideales.
Encontrarme involucrada en ese círculo tóxico, me hizo ver que ciertas acciones estaban evitando mi crecimiento, generando así un ambiente laboral incómodo y poco soportable; algunas de las situaciones que viví y por las cuales decidí cerrar ese círculo de negatividad fueron:
- Llegar al punto de sentirse completamente incómodo o excluido dentro de tu propio ámbito laboral.
- Convivir con personas realmente tóxicas, uno de sus comportamientos es el denigrar a los demás por su físico o estado económico.
- Tener jefes narcisistas, los cuales no aceptan la diversidad de personas dentro de la empresa, buscando así solo “muñequitas de aparador”.
- Darte cuenta que los directivos marcan la diferencia entre el resto de los empleados y “su gente”.
- No contar con el reconocimiento en los méritos o el desempeño que el empleado realiza dentro de la empresa.
- Observar como los propios jefes y/o compañero te ponen obstáculos para evitar tu crecimiento profesional.
- Realizar actividades bien organizadas y escuchar a tu “jefe” decir que está mal y que él lo haría mejor.
- No contar con el apoyo de los directivos, aun teniendo a cargo actividades, cierre de negociación o clientes.
- Escuchar solo a una persona cercana a ti y dejarse influir por sus actitudes, sin antes escuchar al resto del equipo.
- Burlarse de las personas con defectos enfrente de sus compañeros para provocar una incomodidad.
Con esta pequeña lista me despido, sin antes mencionar que puede haber más situaciones relacionadas a un círculo tóxico, pero de las cuales únicamente uno mismo es capaz de seguir dentro del mismo o realizar un cambio para su beneficio y paz interior; como cada semana les dejo una frase de motivación para luchar y jamás darse por vencidos, si lo quieren, lo pueden conseguir:
“En los últimos 33 años, me he mirado al espejo todas las mañanas y me he preguntado: ¿Si hoy fuera el último día de mi vida, querría hacer lo que voy hacer hoy? Y cuando la respuesta ha sido NO durante demasiados días seguidos, sé que necesito cambiar algo".
Steve Jobs.
