Por: Ilse Contreras
Mantener condiciones precarias de vida en la mayor parte de la población hace que la gente busque primero opciones en el comercio informal y paulatinamente actividades ilegales, señaló Miguel Calderón, académico de la Ibero Puebla.
Al respecto, consideró que no es necesario que sólo aumente el salario mínimo, sino el de trabajadores con bajos ingresos y nivelar el aumento, siendo más reducido para quienes perciben más de 10 mil pesos.
“Creo que la razón fundamental del deterioro en la seguridad en México tiene que ver con el decremento en las condiciones de vida, en ese sentido son responsables los gobiernos que lo han favorecido”, apuntó.
Agregó que la pérdida sistemática del poder adquisitivo de los salarios se debe a que la economía se ha enfocado en mantener la competitividad en el mercado internacional con salarios bajos.
Uno de los retos frente a la discusión del Tratado de Libre Comercio de América Latina (TLCAN), señaló Calderón Chelius, es que el motor de la economía también sea el mercado interno, para eso, entre otras cosas, deben mejorar los ingresos de los trabajadores para cubrir las necesidades básicas y activar las economías nacional y local.
“Si uno revisa la Constitución, ésta establece que el salario mínimo debe alcanzar para un conjunto de factores como alimentación, vivienda, educación, salud, esparcimiento, para los trabajadores y su familia”, destacó.
No bastan miniaumentos
Recientemente, el gobierno federal anunció el incremento de 8.32 pesos al salario mínimo para los mexicanos quedando en 88.36.
En ese tenor, el académico resaltó que el salario mínimo ni siquiera alcanza para que una persona salga de la línea de pobreza, mucho menos si se considera una familia.
Aunque reconoció que de un momento a otro no se puede llegar a esa cobertura –pues a su consideración, el salario mínimo debería estar entre 350 y 500 pesos para satisfacer esas necesidades básicas–, dijo que debe ser un proceso de recuperación el cual podría ir acercándose a esa cantidad.