Millennials
Por: Estefanía Ruanova / @AnnRuanova
Mis queridos lectores, espero que tengan un excelente inicio de semana y como siempre y primero que nada agradezco a Dios por una nueva mañana, una nueva columna y que lleguen a nuestras vidas nuevas oportunidades para crecer.
El día de hoy hablaremos sobre por qué somos considerada la generación más enviada de todos los tiempos; hasta el momento tengo un millón de teorías y algunas especulaciones del porqué somos esa generación, ese pequeño torbellino social que está dejando un camino muy marcado y del cual no tardará para hacer historia.
Aproximadamente dentro de 3 años, nosotros obtendremos el control de al menos el 50% de todas las empresas, ya que somos la generación que por los años a futuro, van consiguiendo la participación y la experiencia requerida para así poder obtener un cargo de alto nivel.
Pero ¿por qué somos la generación con mayores envidias? Simplemente porque todos nosotros no nos regimos bajo ese lineamiento que seguían nuestros antepasados, nosotros no tenemos ese miedo de dejar un trabajo para buscar la pasión, esa pasión por la que vamos a trabajar todos los días, ese pequeño o gigantesco motivante para poder obtener nuestras metas; nosotros estamos acostumbrados a seguir nuestros sueños y a conseguirlos a como dé lugar, si bien, no tenemos ese chip como nuestros padres de mantener un trabajo de manera obligatoria, tampoco nos consideramos personas dejadas que abandonan solo un empleo porque sí, pero no significa que continuemos en un lugar donde no seamos felices y donde no logremos nuestros objetivos, solo para no perder algo que según nosotros tenemos seguro, por ejemplo:
“Al menos cada quincena, tengo dinero”
“Trabajo aquí porque tengo una familia que mantener”
“No voy a conseguir un lugar donde las prestaciones sean mejores”
“Que van a decir mis padres o familia si dejo un trabajo estable para perseguir mis sueños”
“La sociedad me enseñó que sino trabajo como “godín” no voy a prosperar en la vida”
Estas son tan solo algunas de las frases o motivos que escuchamos día con día en nuestro entorno, en la sociedad, con nuestra familia y ¿por qué no decirlo? en nuestra propia universidad, pero ¿por qué seguir reglas que nos hacen infelices?
La ventaja que nosotros tenemos en esta generación es la libertad de expresión, las metas que vamos generando día a día y esa oportunidad de tropezar en nuestra vida para poder aprender, valorar y experimentar de manera personal.
Todos nosotros ahora contamos con una mentalidad más abierta, con esas alas enormes que nos caracterizan y con esa oportunidad de perseguir nuestros sueños y mirar hacia un nuevo horizonte, todo ello nos muestra la diversidad de opciones que tenemos a nuestro alrededor para conseguir un nuevo panorama, un cambio innovador y un sueño del cual antes no nos era posible.
Somos y seremos por siempre la generación más envidiada, porque ahora solo nosotros decidimos sobre nuestras vidas, cómo vivirlas, cómo experimentar nuevos retos e incluso cómo tropezar y levantarnos de ello; hoy nuestra generación rompe paradigmas y costumbres, la innovación y creación de nuevo contenido sólo está en nuestras manos.
Me despido, sin antes dejarles la frase de la semana para inspirarlos y seguir adelante con sus sueños:
“Ten en mente que tu propósito y tu plan para lograrlo puede ser modificado de vez en cuando… lo importante es que comprendas el significado de trabajar siempre con un objetivo en mente y con un plan bien estructurado”
Napoleon Hill, autor de Piense y hágase rico.
