Una opción para atender la problemática sería la contratación de empresas privadas, aunque deben garantizar la calidad en el servicio, afirmó el presidente de la ANEAS, Ramón Aguirre

Ilse Contreras

En México no hay políticas públicas que obliguen a los municipios a hacer inversiones para el saneamiento del agua, lo cual podría convertirse en un grave problema, señaló Ramón Aguirre Díaz, presidente de la Asociación Nacional de Empresas de Agua y Saneamiento (ANEAS).

“Si yo fuera Ramón Aguirre, presidente municipal, ni loco invierto en agua, ningún presidente en su sano juicio va a meter dinero al agua porque es un sector que demanda muchos recursos, luce más un parque, un puente, bachear las calles”, indicó.

Durante su participación en el panel Retos de la Gobernanza del Agua en la convención anual, el también director General del Servicio de Agua de la Ciudad de México refirió que otro problema es que no se ha logrado permear en los políticos los aspectos técnicos de saneamiento, de ahí la poca inversión.

Por otro lado, dijo que la participación privada en el suministro del agua es un modelo que funciona bien en algunas partes de México; no obstante, se deben garantizar niveles eficientes de servicio, estándares de calidad, trabajo sostenido y una continuidad y decisiones por la parte técnica, mejores que los públicos por los malos manejos.

Aguirre Díaz resaltó la participación Löis Fauchon, presidente de la Sociedad de Aguas de Marsella, Francia, quien habló sobre la amenaza por la falta de agua que tiene que ver con migración, urbanización, crecimiento económico y cambio climático, sumado a la falta de inversiones para el caso de México.

A su vez, Eduardo Mestre Rodríguez, consultor ANEAS, indicó que anteriormente el presupuesto para el agua era de 12 mil millones de pesos, sin embargo de 35 mil millones de pesos incrementó a 54 mil millones, posterior al Foro Mundial del Agua.

Aunque reconoció que el recurso vital se ha considerado un derecho humano, dudó sobre la seguridad hídrica en el país si continúan los recortes federales en este rubro.

“Tuvimos un avance en la Ley de Agua Nacional, quedó claro que el agua era un asunto prioritario y de seguridad nacional, pero yo diría qué tan prioritario y qué tanta seguridad hídrica tendríamos en esta época si tenemos poca inversión, infraestructura y poca atención para este tema”, sostuvo.

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