Las Serpientes
Por Ricardo Morales Sánchez / @riva_leo
Las piezas parecen acomodársele al ex presidente municipal de Puebla y actual delegado del IMSS, Enrique Doger Guerrero, quien ve cercana la posibilidad de convertirse en el candidato del tricolor a la gubernatura, algo que se le negó en 2010 y 2016.
¿Por qué hoy las piezas se le acomodan a Doger? Por varias razones, no sólo porque es quien encabeza las preferencias en las encuestas dentro del PRI, sino porque la coyuntura política que vive el estado también parece estar a favor del académico.
Al interior del tricolor sólo un personaje le puede disputar la candidatura y este no es otro que Jorge Estefan Chidiac, merced a la gran amistad que existe con el candidato del PRI a la presidencia de la República y ex secretario de Hacienda, José Antonio Meade Kuribreña.
Doger no sólo tiene los mejores números dentro del tricolor, también, como ya lo hemos comentado en este mismo espacio, ha dejado atrás el rechazo que muchos priistas puros sentían hacia su posible nominación.
Al igual que al ahora candidato del PRI a la presidencia de la República, Meade, en su momento a Doger le achacaban su falta de identidad tricolor, merced a que no había participado de manera activa dentro de este partido.
Hoy, Doger es plenamente identificado como priista, sin perder ese perfil ciudadano que le hace tener empatía con muchos sectores, principalmente de la capital, los cuales ciertamente no simpatizan con el tricolor y su nomenclatura.
Estefan tiene la cercanía con Meade, pero con eso no se gana. El futuro candidato priista necesita votos y un hombre que sea competitivo en la boleta electoral, que no rehúya al debate, además de que sume voluntades de todos los sectores sociales.
Una y otra vez Doger ha dicho que para que el PRI pueda ganar en Puebla tiene que ir con los mejores y no con los amigos, además de sumar a todos al interior de este instituto político, lo cual sólo puede hacer él.
Pero por si fuera poco, la coyuntura política como lo dije al inicio de esta columna, al parecer le favorece.
La división al interior del PAN, los riesgos de que el Frente Ciudadano se fracture y no logre cuajar en una auténtica coalición, lo cual tendría implicaciones en Puebla, son sin duda variables que pueden inclinar la balanza a favor del ex rector.
Una de mis frases favoritas es la del filósofo español Ortega y Gasset: “El hombre es él y sus circunstancias”, misma que encuadra perfectamente con lo que Doger Guerrero vive en este momento.
El morenogalismo vive momentos de incertidumbre ante la posible conformación o no del Frente, hecho del cual depende también la designación del candidato a la presidencia de la República y a la gubernatura de Puebla.
La postulación de José Antonio Meade Kuribreña como abanderado del PRI a Los Pinos, amigo del ex gobernador Rafael Moreno Valle Rosas y del actual mandatario Antonio Gali, la mala relación con el dirigente nacional del albiazul, Ricardo Anaya Cortés, quien al parecer se aferrará a quedarse con la candidatura del PAN, son otras dos variables que complican el panorama local y lo modifican a favor del actual funcionario federal, si es que logra la candidatura del tricolor a la gubernatura.
Una eventual designación de Ricardo Anaya como candidato del PAN a la presidencia de la República, aunado a la nominación de otro personaje ajeno al grupo morenogalista (Eduardo Rivera) a la candidatura de Acción Nacional a la gubernatura, ayudaría a Enrique Doger a pactar con el grupo dominante.
Tanto Moreno Valle como Tony Gali tendrían que valorar con quién les conviene negociar y qué, en caso de que Martha Erika Alonso no obtenga la postulación.
Así las cosas, Doger sólo espera ganar la candidatura del PRI a la gubernatura y ver cómo se dan las cosas al interior del panismo y si es posible pactar una transición con el actual grupo en el poder, misma que mantendría vigente el actual status quo.
ANAYA TIENE EL CONTROL TOTAL DEL PAN
Se equivocan quienes creen que al interior del albiazul hay una rebelión en contra del dirigente nacional del PAN, Ricardo Anaya Cortés, debido al voto a favor de algunos diputados federales del blanquiazul en lo referente a la Ley de Seguridad Interior.
La indicación del dirigente nacional a sus diputados fue abstenerse, lo cual fue acatado por la inmensa mayoría de legisladores federales, a excepción de los diputados de los estados gobernados por Acción Nacional a los cuales se les dio la libertad de votar de acuerdo con los intereses de sus respectivos mandatarios estatales.
Ese fue el caso del diputado federal Juan Pablo Piña Kurczyn, quien junto con otros 13 legisladores federales del albiazul votaron a favor de la iniciativa del presidente Peña, ni más, ni menos. Que nadie se confunda, quien manda al interior del PAN es Anaya y eso debe de quedar muy claro para lo que se viene.
