Nueva Alianza y el PRI
El magisterio está dispuesto a jugarse 2018 con el PRI. El primer paso fue la reunión de acercamiento entre José Antonio Meade Kuribreña y el dirigente nacional de Nueva Alianza, Luis Castro Obregón. De esta unión podrían surgir dos vías: una coalición en forma que compita en los comicios o un acuerdo extraoficial, pero muy formal, para que el ejército magisterial opere a favor del candidato presidencial priista. En primer lugar, el Panal junto con el PRI y el PAN es el partido que tiene cubiertas 100% de las casillas con sus representantes, lo cual demuestra su fortaleza y peso específico en la mapachería electoral. ¿Será?
Un alcalde en apuros
Inés Saturnino López Ponce se encuentra en graves aprietos. Aunque su partido, Acción Nacional, ya decidió no apoyar la solicitud de revocación de mandato que exigieron las bancadas del PRI, PRD y Morena, sí apostó porque el presidente municipal de Tecamachalco ofrezca una disculpa pública a las dos regidoras contra quienes presuntamente ha cometido violencia política de género. El problema es que el edil tiene una visión imperial para el ejercicio del poder y ofrecer una disculpa es igual a quemarlo en la plaza pública. ¿Será?
Los escenarios de Barbosa
El coordinador de organización de Morena y cuasi candidato a la gubernatura, Luis Miguel Gerónimo Barbosa Huerta, sacó su bola de cristal y cual pitoniso advirtió que la contienda electoral para 2018 en la entidad poblana será sólo entre Morena y el PAN –aunque todo parece indicar que irá en una coalición de partidos– debido a que el ex gobernador Rafael Moreno Valle habría pactado que la estructura priista respalde las aspiraciones de Martha Erika Alonso, por lo que el candidato del tricolor, sea quien sea, se desinflaría en plena contienda del próximo año. ¿Será?
Delincuencia organizada
El gobernador José Antonio Gali Fayad tiene una ardua tarea en materia de seguridad. A los graves problemas que ha generado el Nuevo Sistema de Justicia Penal Acusatorio que ha dejado libres a peligrosos delincuentes, también le tiene que hacer frente a la continua injerencia de siete cárteles del narcotráfico y 31 células criminales que se desprenden de estos, los cuales rodean a la entidad poblana y generan un alza criminal. Por ello, el mandatario no duda en afirmar la existencia u operaciones de diferentes grupos delictivos. No hay nada que esconder y sí mucho por qué trabajar. ¿Será?
