Parte de la población femenina que regresa a sus comunidades  lo hace para buscar protección de familiares, indica Rocío Osorno, consultora de políticas públicas

 

Por Ilse Contreras 

Las mujeres poblanas que retornan de Estados Unidos a sus comunidades principalmente lo hacen por cuestiones de violencia (doméstica o de pareja), por violación a sus derechos laborales y por la amenaza que representa no tener documentos en el país fronterizo.

Así lo destacó Rocío Osorno Velázquez, consultora independiente de políticas públicas e integrante del proyecto Mujeres Migrantes de Retorno a Puebla, de la Universidad de las Américas Puebla (Udlap) junto con el Instituto Poblano de las Mujeres.

Coincidió en que, aunque son múltiples los factores, los mencionados son los principales que las obligan a tomar la decisión de volver en busca de cierta protección por parte de sus familiares radicados en México.

Los datos de dichas causas fueron arrojados de entrevistas realizadas a un grupo de mujeres que retornaron después de 2007 y pertenecientes a cuatro comunidades de las regiones de la Mixteca, Valle de Atlixco y la Angelópolis.

El cierre de trayectoria migratoria, haber perdido un trabajo o hacerlo por voluntad también caben entre las razones por las que mujeres deciden dejar la unión americana.

Por el contrario, los principales motivos para que una mujer decida cruzar la frontera son en su mayoría familiares y económicos: hallar un trabajo que represente “encontrar mejores oportunidades de vida”, aunque también existe el interés específico de estar ahí o la reunificación familiar.

De acuerdo con datos del Consejo Nacional de Población (Conapo), gran parte de la población que está retornando del país vecino se encuentra en edad reproductiva, es decir, entre los 20 y 49 años de edad.

Lo cual, según la integrante del proyecto Mujeres Migrantes de Retorno a Puebla, implica necesidades de reinserción laboral, nuevas dinámicas para poder canalizar capacidades, habilidades y aprendizajes de mujeres y hombres, así como el recibimiento, al considerar los derechos y tener una vida libre de violencia.

De 2005 a 2010, el Valle de Atlixco y la Mixteca poblana eran zonas con mayor trayectoria de emigración, paulatinamente se fueron incorporando municipios de la Sierra Negra y la zona noriental con menos participación.

Sin embargo, por el número de habitantes, la Angelópolis ha tenido más flujo de migrantes, así como de retorno.

Puebla capital también se encuentra con el mayor número de repatriados de enero a octubre de este año, pues 862 se vieron obligados a regresar.

Mientras que los municipios de Atlixco, Tehuacán, Izúcar de Matamoros y Pahuatlán ocupan los siguientes sitios, con 205, 185, 140 y 11, respectivamente.

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